Miles de comentarios en diversos medios de prensa critican la decisión del gobierno de Donald Trump de frustrar el acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y las Grandes Ligas.

La Casa Blanca quebró otro de los avances negociados desde la administración Obama, que buscó frenar el tráfico de personas, debido a la migración riesgosa que practicaron y sufrieron la mayoría de los peloteros cubanos insertados en el gran circuito.

Además, era objetivo de interés mutuo para el desarrollo de los peloteros cubanos y el béisbol en general, así como para los clubes de grandes ligas que tendrían acceso a una mayor cantera de atletas.

La Federación Cubana de Béisbol, medios de prensa y aficionados de varios países, incluidos los estadounidenses por amplia mayoría, han inundado las redes digitales para repudiar la medida, calificada de absurda, injusta y cínica.