Mario Mandzukic con su gol puso a Croacia en la final. Foto: El País

La Habana, Cuba. – Tres partidos seguidos con tiempos extra, dos definiciones por penales y toda su historia futbolística necesitó Croacia para llegar por primera vez a la final de un Mundial de Fútbol, y le tocó a Moscú ser testigo del triunfo por 2 goles por uno sobre Inglaterra que posibilitó semejante hazaña.

Para lograrla, los croatas tuvieron que borrar la temprana desventaja que estableció el certero tiro libre ejecutado por Trippier, y evitar luego con  el físico y el alma sobre el césped del estadio Luznhiki otra lotería desde el manchón penal.

Lo primero lo lograron gracias al salvador gol de Perisic en el minuto 68, y la gloria les llegó con el disparo cruzado desde dentro del área del incansable Mario Mandzukic, uno de los pilares que han sostenido al equipo durante todo el torneo.

Este triunfo en semifinales abre para los croatas la posibilidades de convertirse en la novena nación que conquista el trono en estas lides.

Una final que nadie soñó

La final de la cita mundialista que el próximo domingo se disputará en Moscú tendrá como protagonistas a Francia y Croacia, dos selecciones de la élite del fútbol, aunque no tan favoritas como otras grandes que quedaron en el camino.

Francia llegará al trascendental partido con una de las nómina más jóvenes del torneo, pero con una notable calidad en todos los aspectos del juego y dos arietes muy efectivos como Griezman y Mbbapé, quienes suman tres dianas cada uno.

Los historia no acompaña a los croatas en su primera final y la generación liderada por Modric, Mandzukic y Rakitic tendrá el difícil reto de sobreponerse a un mayor desgaste físico, pero el favoritismo de los galos les ayudaría a jugar sin presión.

El desenlace de la final deberá tener un gran peso en la elección del mejor jugador del torneo, condición que no pudieron asumir estrellas como Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar.