Ciego de Ávila, Cuba. La ocasión exigía un acto de fe y carácter, de épica y coraje y Ciego de Ávila lo esbozó, derrotando 8 por 0 a Pinar del Río en el José Ramón Cepero para coronarse en la final de la Serie Beisbolera.
Le convenía a los Tigres actuar como un carro de combate después de las tormentas que los habían lacerado, y así lo hicieron con remolques de José Adolis y Yoelvis Fiss, después Osvaldo Vázquez los imitó, dejando la escena lista para que Guillermo Avilés pegará jonrón de tres carreras.
La herida se hizo mortal cuando Luis Moirán y otra vez José Adolis impulsaron; desde el box Dachel Duquesne y Yunier Cano armaron sus brazos derechos y convirtieron en poesía el destino de los avileños.
Pinar del Río, que peleó en el último duelo con más raza que juego, lució soberbio al punto de ganar TRES partidos consecutivos, inundando de ilusión a los suyos, sin embargo a los Tigres el último bocado les supo mejor.
Emociones después del último out
Soy muy feliz, le doy gracias a la afición, al pueblo avileño y a mi equipo que no falló, ahora podemos decir que Ciego de Ávila es otra vez campeón, aseveró Roger Machado, manager de los Tigres en la final beisbolera.
El triunfo es de todos, incluyendo el pueblo cubano, al que le corre béisbol por las venas, ahora a festejar, luego de tantos meses de tensión, agregó el estratega, mientras abrazaba a su pequeño hijo.
Es un privilegio haber formado parte de este triunfo, jamás lo olvidaré, siempre será uno de mis mejores recuerdos, afirmó Dachel Duquesne, pitcher ganador del último duelo de la final beisbolera y jugador más valioso del play off.
Fue un año duro donde tuvimos que esforzarnos al máximo, pues todos los rivales fueron difíciles, sin embargo ganamos, ahora nos toca celebrar, por todo lo alto, dijo Yeniet Pérez, refuerzo de los avileños.