El espigado atleta, dos veces campeón mundial, consiguió así la primera medalla de la delegación olímpica cubana y de paso logró una presea que faltaba en su extenso palmarés deportivo.
Es la medalla que faltaba en mi vitrina y se la dedico a mi familia, a mis amigos y al pueblo que tanto me apoyó, agregó el taekwondoca, quien cayó en el primer combate ante el macedonio Dejan Georgievski, quien más tarde llegó a la final y arrastró al cubano a la repesca.
Emocionado, Alba apuntó que como es lógico hubiera querido ganar el oro, pero no ocultó su contentura con el bronce logrado en una competencia complicada y de muy alto nivel.