En la Feria del Libro se desarrolló un coloquio dedicado a la vida y la obra de Eugenio Hernández Espinosa

La Habana, Cuba. – Escribir para mí ha sido un acto doloroso, sentenció el dramaturgo Eugenio Hernández Espinosa, en un coloquio sobre su vida y su obra que tuvo lugar en La Cabaña.

El Premio Nacional de Teatro 2005, uno a quienes se dedica la Feria Internacional del Libro de La Habana, manifestó su imposibilidad de expresar un pensamiento orgánico ante la emoción, y narró diversas anécdotas de su carrera.

Aquí están presentes los que me han ayudado a construir mi micromundo, enfatizó Hernández Espinosa, al referirse a los panelistas Rogelio Martínez Furé, Gerardo Fulleda, Víctor Fowler y Alberto Curbelo, este último su albacea literario.

Sus amigos de siempre ponderaron la obra del también director de la compañía Teatro Caribeño de Cuba, uno de los más importantes dramaturgos en la variante cubana del español caribeño, según Martínez Furé.

Eugenio Hernández: escritor revolucionario

El coloquio dedicado a la vida y la obra de Eugenio Hernández Espinosa, contó con la certera intervención del también dramaturgo y poeta Alberto Curbelo.

Este último, autor del libro testimonial La pupila negra, publicado por la editorial Letras Cubanas, aseguró que el volumen pretende adentrarse en el pensamiento, la cosmovisión y los dramáticos acontecimientos de la vida del Negro Grande del Teatro Cubano.

Eugenio cuenta sobre la intimidad de los solares habaneros antes de la Revolución; de la primera vez que visitó un burdel; o del complejo de culpa por la muerte de su madre de crianza, comentó Curbelo.

Tras el coloquio, Letras Cubanas puso a disposición de los lectores otros dos títulos: Algo rojo en el río (con obras inéditas) y Los peces en la red, una selección de monólogos, piezas de pequeño formato y teatro del absurdo.