La Habana, Cuba. – La Asociación de Artistas de la Plástica de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba calificó este viernes como acto inaceptable los condicionamientos a la exhibición de los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes.

El comunicado responde a la petición de algunos artistas cubanos para retirar sus obras atesoradas en la pinacoteca nacional, la cual «goza de sólido prestigio» y  «contribuye al conocimiento y difusión de las artes visuales,  según los códigos, la época y los contextos en que se desarrollan.

Destaca, además, la política cultural del estado cubano que, durante 60 años, ha impulsado acciones concretas y sostiene como principio la recuperación, preservación y promoción del patrimonio nacional.

El texto rechaza el intento de chantaje a las instituciones culturales cubanas por motivos absolutamente ajenos a la naturaleza de sus funciones.

Museo Nacional de Bellas Artes rechaza desmontar obras de artistas cubanos

El Museo Nacional de Bellas Artes ha conocido la petición de algunos artistas cubanos consistente en que sus obras, que son parte de la colección del Museo, no se exhiban al público y se retiren del sitio web de la institución.

El Museo adquiere regularmente obras de artistas cubanos de todas las generaciones y tendencias, con fondos del presupuesto estatal. No ha tomado en cuenta ninguna consideración extrartística para conformar una colección patrimonial de altísimo valor, destinada al enriquecimiento de la vida espiritual de la población.

Lo que ha importado, definitivamente, es el respeto a la valía de las obras, el apego a los contextos históricos, y la comprensión de las libertades asociadas a la naturaleza del arte. Tal modo de actuar es parte de una política cultural inclusiva y transparente, que concede la más alta prioridad al acceso del público a las mejores realizaciones de la cultura cubana y universal.

El Museo adquirió las obras de estos creadores y les da un uso legítimo y provechoso para la ciudadanía. Al hacerlo, se establece una nueva relación entre el legado patrimonial preexistente y las prácticas artísticas de la actualidad.

Ese nexo, vivificante en ambos sentidos temporales –pasado y presente- es típico de la construcción patrimonial. Ninguna coyuntura ajena al campo museal puede pretender violentar este proceder museológico.

En tal sentido, el Museo no acepta una demanda que no se aviene con la vocación de servicio de nuestra institución ni con el interés del público al que se debe.