Michelangelo Pistoletto muestra su arte asociado con aspectos más inmediatos de la vida.

La Habana, Cuba.- Considerado uno de los principales representantes del Arte Povera, Michelangelo Pistoletto muestra su arte asociado con aspectos más inmediatos de la vida.

Su exposición personal, que estará en áreas de circulación del Edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes hasta el 15 de marzo, incluye trabajos históricos del principio de su obra, así como otros más recientes.

Muchos de sus proyectos muestran la vida cotidiana en Cuba, representando sobre planchas de acero pulido a personas fotografiadas por las calles o en espacios comunes.

La muestra comenzó con el performance “Walking Sculpture”, una esfera realizada con papel periódico de nuestro país que recorrió las calles habaneras hasta hacer entrada en el Museo Nacional.

El artista italiano utiliza materiales de fácil obtención como ropa, chapas de botellas, madera o cartón, que pone a dialogar con otros de mayor valor como el mármol y el espejo.

Dialogando con el arte

Caracterizada por la utilización de diferentes soportes y manifestaciones como instalaciones, esculturas, happening y land art, la obra de Michelangelo Pistoletto se destaca por la incorporación de materiales artísticamente descontextualizados.

A la entrada del Museo se encuentran cuatro espejos con elementos que aluden a diversas religiones como el catolicismo, el budismo y el islamismo. Su obra La Venus de los trapos, a lo alto de la escalera, coloca a una escultura de ascendencia clásica con ropas usadas.

La creación del símbolo Tercer Paraíso es uno de los elementos fundamentales de su muestra, donde dos círculos originales del infinito representan a la naturaleza y al desarrollo tecnológico y artístico; mientras que el anillo central alude a la unión de esos conceptos.

En la exposición personal de Pistoletto sus obras se mezclan con piezas de la colección permanente del Museo, por lo que podemos encontrar obras en la colección de arte griego, romano y etrusco, así como en la sala dedicada al arte italiano y en los pasillos y escalinatas del Edificio de Arte Universal.

Con sus piezas Michelangelo Pistoletto muestra la sociedad contemporánea, la cual está marcada por una voluntad de consumo desaforada que determina en gran medida al sujeto. La felicidad es entendida como la simple acumulación, ya sea simbólica o material de poder, influencia, prestigio y riqueza.

La prolongada emancipación del hombre ha sido sustituida por la falsa felicidad de la posesión. Es por ello que el arte de ese artista italiano constituye entonces un llamado de atención sobre la necesidad de conservar las esencias, las sensaciones, el sentido de integridad humana con la naturaleza y la armonía entre los seres humanos y los agentes sociales.