La Habana, Cuba. – La exposición “Metales esmaltados, más allá del color” se concibió por el 59 aniversario de la fundación del Museo de Artes Decorativas, cito en El vedado capitalino (17 y E). Ésta muestra se expone en la sala transitoria de la institución y muestra piezas que pertenecen a la colección de esa institución, de metales: depósitos, ánforas, salvillas, vasos, joyeros, ceniceros y otros, que ejemplifican la exquisitez y maestría en el manejo de la técnica del esmaltado.
El esmalte es el resultado de la unión de dos de los elementos primigenios, el fuego y la tierra. Un objeto esmaltado es visto como una joya, y puede llegar a ser tan fascinante como una joya o una piedra preciosa. Las piezas que son elaboradas con esa técnica se convierten en objetos exclusivos y de gran demanda, fáciles de conservar y con un alto grado de perdurabilidad.
Se puede decir en pocas palabras, que el esmaltado es un conjunto de técnicas milenarias, conocidas también como “pintura bajo fundente” que han sido muy apreciadas a lo largo de la historia por su valor artístico y por su inalterabilidad. Pocas veces la combinación de dos materiales diferentes da resultados tan versátiles y brillantes, en términos estéticos y prácticos.
En el campo de la Historia del Arte, no se conoce aún con exactitud como se creó la técnica del esmalte. El proceso de dominar el fuego, fabricar el vidrio, extraer el metal del mineral y fundirlo, así como la utilización del esmalte para decorar los metales tiene unos orígenes muy remotos. Se estima que sería en el tercer milenio antes de nuestra era en la Mesopotamia Meridional, específicamente en Sumeria, actual Iraq. Se supone que los egipcios, conocedores de la fabricación del vidrio, cuya técnica es similar a la de la fabricación del esmalte, conocía ese arte desde mucho antes.
En las técnicas del esmaltado en metal, destacan, el esmalte alveolado o cloisonné y el esmalte champlevé, conocido como “campo elevado”. Antiguamente, esas técnicas eran usadas para decorar joyas y pequeños adornos para la ropa, armas u objetos similares, los que eran embellecidos con diseños geométricos o esquemáticos. En el imperio bizantino se desarrollaron para generar imágenes pictóricas, principalmente religiosas y para joyería, usando esmalte en lugar de incrustaciones. Ya en el siglo XIV los esmaltados habían llegado a China, donde pronto fueron utilizados para decorar grandes contendores y vasos.
Esta muestra es un deleite para los sentidos, si desea disfrutar del arte llevado a objetos, es una buena oportunidad, le recomiendo su visita.