La Habana, Cuba. Hoy, 10 de junio, a las 4 y 7 de la mañana, falleció en Miami, Estados Unidos, la vedette de Cuba, Rosita Fornés, a los 97 años, rodeada de algunos familiares y amigos.

La página del Ministerio de Cultura en Facebook agrega que nuestra Premio Nacional de Teatro 2001, que ostentaba además otras altas distinciones y reconocimientos, será siempre recordada por su público, conquistado por todo el mundo y en especial por el pueblo de Cuba.

Hace algún tiempo en un entrevista, Rosita Fornés comentó que en la escena vivió los momentos más felices de su vida, y que su público la recibió siempre con amor, el mejor reconocimiento para un artista.

La cultura de habla hispana pierde a, quizás, la última de sus grandes divas, a la más versátil artista cubana, a la actriz, cantante y bailarina que conquistó los corazones de los cubanos, los mexicanos, españoles y de todos los públicos donde lució su arte.

Una artista de Cuba y el mundo

Rosita Fornés acumuló décadas de experiencia en el arte, incursionando en la Opereta, la Zarzuela, la comedia ligera, el drama clásico, la revista musical, el Cabaret, la radio, el Cine y la televisión.

Trabajó junto a los más famosos actores y actrices de su época, como la argentina Libertad Lamarque, o los cubanos Rita Montaner, Bola de Nieve, Benny Moré, María de los Ángeles Santana y Esther Borja; y junto a los maestros Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats, o Adolfo Guzmán.

A los 15 años, triunfó como cantante en La Corte Suprema del Arte, hecho que le abrió el camino a su debut como actriz en el largometraje Una aventura peligrosa, aunque su primer gran triunfo fue con la obra El asombro de Damasco.

Fundadora de la televisión cubana, Fornés mereció numerosos reconocimientos, como el Premio Nacional de Teatro en 2001, y Orden del Mérito Civil de España, otorgado por el Rey Juan Carlos en 2011.