La Habana, Cuba.- En la Rotonda de los Hombres Ilustres, en el Cementerio de Dolores, fue enterrado el último de los grandes muralistas mexicanos, el pintor David Alfaro Siqueiros.

Era el 6 de enero de 1 974 y más de 5 mil personas dieron el último adiós a aquel hombre grande que dejó en lienzos todo el acontecer social y político de su época y tuvo la entereza de defender sus ideas hasta el aliento final.

Combatiente en la Revolución Mexicana y la Guerra Civil Española, militante por más de media centuria, que en 1 923 fundó el Sindicato de obreros, técnicos, pintores y escultores, abogando por un arte público, didáctico, propagandístico y comprometido con las mayorías.

Fue el pintor que, junto a Orozco y Rivera, integró la tríada insigne del muralismo mexicano. La primera ofrenda floral depositada sobre la tumba de David Alfaro Siqueiros la había enviado el Partido Comunista.

Hombres sin resignación

El arte del mexicano  David Alfaro Siqueiros es fuerte y osado. Considerado el más arriesgado de los muralistas a nivel estético y técnico, su obra excedió el fresco e involucró, entre otras técnicas, la de los  escultomurales. 

Para los expertos, sus aportes suman la exploración de espacios murales no convencionales como escaleras y paradas de transporte, búsqueda de nuevas técnicas con incorporación de mosaicos, yute, vidrio, y el apoyo de recursos fotográficos.

Obra: El coronelazo

Él hizo de los obreros, de las mujeres pobres, de los seres desamparados y de las multitudes hambreadas, el eje central de un trabajo cuyos personajes amargos y sin futuro, no dan espacio a la resignación.


Obra: Del Porfirismo a la Revolución.

Hombre y artista comprometido, David Alfaro Siqueiros también legó escritos como Tres llamamientos de orientación artística actual a los pintores y escultores de la nueva generación, y manifestó ¡En la guerra, arte de guerra!


Obra: Materinidad

Siqueiros en Cuba

En abril de 1 943 llegó a La Habana el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, con el deseo de continuar viaje a Estados Unidos. El trayecto final no fue posible al negar aquel país la renovación de la visa.


La pintura se conoce como Dos montañas de América: Lincoln y Martí o Dos cumbres de América. Fue realizada con materiales plásticos de origen sintético.

En Cuba, patrocinado por importantes centros culturales, ofreció conferencias y sus puntos de vista teóricos sobre el destino social y la técnica consecuente del arte en el futuro, y realizó varias obras.

Entre ellas, Alegoría de la igualdad y confraternidad de las razas blanca y negra en Cuba, en la que exponía la corriente discriminatoria existente en la Isla. La obra fue destruida por los Carreño Gómez–Mena, familia aristocrática que la había solicitado.

Otros de los trabajos realizados fueron Dos cumbres de América, representación de Lincoln y Martí, y El día de la nueva democracia, ambos conservados. David Alfaro Siqueiros regresó a México a principios de 1 944.

Del libro inédito La Historia en minutos, de Iraida Calzadilla Rodríguez