La Habana, Cuba. – La retrospectiva de 2016 en el ámbito cultural de Cuba debe comenzar incuestionablemente por la evocación oportuna de las reflexiones aportadas por el líder de la Revolución 55 años atrás, en el  discurso que ha trascendido como Palabras de Fidel a los intelectuales.

En ellas se plantearon los retos de la creación artística y literaria en un proceso revolucionario, y a la vez definieron una política  en profundización constante.

El año recién despedido puso de relieve la influencia social de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba -creada en 1961- y los aportes de la Asociación Hermanos Saíz en tres décadas de labor en la promoción del arte joven.

La Segunda Conferencia Internacional Con todos y para el bien de todos, significó la continuidad del pensamiento y la acción entre José Martí y Fidel Castro.

Hitos culturales

La reapertura del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso fue uno de los hitos de 2016. También sobresalieron la proclamación oficial de la capital cubana como una de las siete ciudades Maravillas del mundo y la inclusión de la rumba en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad aprobada por la UNESCO.

Los 25 años del Ballet Lizt Alfonso y el debut de la compañía Acosta Danza  fueron otros momentos relevantes.

Vale destacar el alcance de los festivales de ballet, cine, jazz, contratenores y arte circense, así como las ferias del libro y de artesanía y el concurso de jóvenes pianistas.

Amplia repercusión tuvo el primer concierto en Cuba del grupo Rolling Stones.

El año reportó positivos resultados en el reajuste del sistema de la enseñanza artística y en la revitalización del movimiento de artistas aficionados.