La invitación al baile llegó con El manisero, una de las canciones más conocidas de la música cubana

Cientos de espectadores que acudieron a la apertura del Festival Artes de Cuba, efectuada en el teatro Eisenhower del Centro John Kennedy para las Artes Escénicas, de Washington, bailaron al compás de ritmos cubanos.

Aunque las rítmicas sonoridades hicieron mover los pies en más de una ocasión, la invitación generalizada al baile llegó con El manisero, una de las canciones más conocidas de la música cubana.

La obra de Moisés Simons, devenida símbolo popular cubano, fue el cierre ideal para un vibrante espectáculo que contó con las actuaciones de reconocidas figuras y orquestas del país antillano.

Las primeras sonoridades de la isla que impactaron al auditorio fueron las de la música afrocubana, por medio del Quinteto de Yosvany Terry y su obra Laroko, esta pieza, dedicada al espíritu de la deidad Eleguá, dejó abierto el camino para las estelares interpretaciones de la velada.