La Habana, Cuba.-  Para celebrar el centenario de Alicia Alonso, el Museo Nacional de Artes Decorativas exhibe -como muestra del mes- una valiosa pieza de biscuit o porcelana mate que le fuera obsequiada a la gran bailarina por la poeta Dulce María Loynaz.

La figura representa a una joven reclinada y dormida, rodeada de una profusa vegetación, imagen que corresponde a La bella durmiente del bosque, en espera del beso de amor que la despertara a la vida.

Manufacturada en Viena a principios del siglo XX y perteneciente a la
colección de la escritora, fue un regalo a la prima ballerina assoluta por ser memorable intérprete del personaje en su versión para ballet y haber creado una famosa coreografía sobre el relato de Charles Perrault.

La obra artística que el Museo Nacional de Artes Decorativas expone, recuerda también que en diciembre coinciden las fechas de nacimiento de Dulce María Loynaz y Alicia Alonso.