La Habana, Cuba. En las últimas semanas La Habana ha experimentado un descenso en el número de casos positivos de COVID.
Hecho que ha reconocido la máxima dirección del país y demuestra que exigir y hacer cumplir con los protocolos establecidos está dando frutos.
Sin embargo, aún estamos muy lejos de poder afirmar que en la capital se le ganó la batalla a la COVID. Al contrario, estamos en un momento crucial pues por estos días circula la cepa Delta, que al decir de los especialistas es 64 veces más infecciosa que la conocida Alfa.
Por ello es vital que la población eleve la responsabilidad, autocuidado, cumpla con el uso del nasobuco y el distanciamiento físico, tanto en los centros laborales como en el hogar.
A su vez, los profesionales de la salud también deben ganar en prontitud en la detección de los contactos de pacientes positivos y el rápido aislamiento de los sospechosos.
Noticias alentadoras
Un mayor rigor en el cumplimiento de las medidas adoptadas en La Habana para la actual etapa de enfrentamiento a la COVID combinado con el buen desarrollo del proceso de intervención sanitaria con el candidato vacunal Abdala, ha conllevado a una disminución de los casos positivos en la ciudad.
Esos alentadores resultados, al decir de los especialistas permiten pronosticar la posibilidad de que a finales de julio y principios de agosto pudiera lograrse determinado control de la epidemia.
Pero, insisten, en que todo ello dependerá de la disciplina. Precisamente, en estos meses de verano es necesario continuar cumpliendo con las medidas sanitarias, no acudir a las playas, no realizar fiestas, evitar aglomeraciones y mantener el distanciamiento social.
Es momento de apretarse los pantalones, para poder llegar a la recta final de esta dura carrera contra la COVID y por la vida.