Pinar del Río, Cuba. – Cuando en marzo se anunció el primer caso en Cuba con el nuevo coronavirus, muchos pensaron que se trataba de algo pasajero.

Los días transcurrieron y la amenaza tendió su manto poco a poco para convertirse en realidad. Y ahí está el SARS-COV-2desafiante, cargado de armas letales y una de sus fortalezas es ser invisible. Sin embargo, en calles y establecimientos se ve a personas usando el nasobuco o mascarilla como si se tratara de un babero, mientras otros ni lo llevan.

La pinareña Maritza Lacret Ramírez dijo que también ve circular ómnibus repletos de pasajeros irrespetando el distanciamiento para evitar el contangio, acotó.

En tanto la vueltabajera Belkis Reyes Hernández se refirió a los constantes llamados de la máxima dirección del país para cumplir las medidas higiénico-sanitarias para erradicar la Covid-19.

La autoresponsabilidad es el camino

Un elevado porcentaje de la población se pregunta a diario cuándo regresará el país a su rutina cotidiana, y la interrogante, sin respuesta aún, sólo tiene nexos con la autorresponsabilidad que debemos tener para desterrar la Covid-19, terrible enfermedad que ha cobrado miles de vidas en el mundo.

Es lamentable que muchos olviden que el nuevo coronavirus puede esperarnos en la manecilla de una puerta, en el portal de una bodega, en un banco del parque, y quién sabe dónde más, de ahí la importancia de no bajar la guardia y elevar la percepción de riesgo.

Por esto es vital cumplir las medidas higiénico-sanitarias y evitar aglomeraciones de personas.

Recuerde que muchos son los recursos que la Revolución emplea para garantizar la Salud y salvar vidas. Acate las orientaciones, así se protejerá usted, a su familia y a todos.

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