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Las Tunas, Cuba. – La utilización del aceite de caña como base para biolubricantes y un jabón para intensificar los procesos de absorción y clarificación de los jugos de caña, está entre los resultados más relevantes de la ciencia, la tecnología y la innovación, obtenidos en la provincia de Las Tunas.

Su autor, el doctor en Ciencias Técnicas José Marcos Gil Ortiz, impulsa un aporte a la industria azucarera, apoyado desde la Delegación Territorial del Citma y la Universidad de Las Tunas.

El jabón de aceite de cera de cachaza, se aplicó en la clarificación de los jugos en la zafra pasada en los ingenios Majibacoa, Colombia y Antonio Guiteras y con él, la otra mitad de floculante, se logró un ahorro.

Su valor más que en dinero se traduce en que, aprovechando residuo del proceso productivo, el país tendría como sustituir parte de un recurso imprescindible en la producción de los centrales.

Otra contribución desde la ciencia

Además del aporte para sustituir el floculante, el experto tunero José Marcos Gil desarrolla otro proyecto muy importante para la industria azucarera.

Se trata de una investigación que está relacionada con la efectividad en el funcionamiento de molidos de la caña mediante modificación en las presiones hidráulicas.

Con los resultados, prueba que cualquier presión aplicada en el molino por encima a las de un plano neutral NO cumple función alguna y genera tensiones  provocando que se partan los ejes.

Esa es una falla que se da con bastante frecuencia, a lo que se une un derroche de energía, problemas que pueden evitarse o atenuarse, tan solo con la regulación de una pequeña válvula, ambos proyectos son resultado del vínculo estrecho que en el campo de la ciencia, la tecnología y la innovación, sostiene la Universidad de Las Tunas con el sector empresarial del territorio.