Cerca del 95 por ciento de los alimentos proviene directa o indirectamente de los suelos, pero ese sustrato natural es cada día más endeble, señalan estudios internacionales.

Según Naciones Unidas, casi un tercio de los terrenos tienen degradación por procesos erosivos, pérdida de carbono orgánico, salinización, compactación, acidificación y contaminación química, lo que eleva la volatilidad de los precios alimentarios y condiciona el éxodo de millones de personas del campo.

Más de 2 000científicos de varios países analizaron el tema en un reciente Congreso Mundial de Ciencias del Suelo, convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

José Graciano da Silva, director general de esa entidad, opinó que mejorar los suelos es esencial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluido el Hambre Cero y la lucha contra el cambio climático.