Ciego de Ávila, Cuba. – Garantizar calidad de vida a los ancianos constituye un reto para los organismos de Ciego de Ávila ante el aumento del índice de envejecimiento poblacional.
En ese territorio, unos mil longevos reciben esmeradas atenciones en una veintena de Hogares de Ancianos y Casas de Abuelos, mientras otra cantidad similar se beneficia con el Sistema de Atención a las Familias.
La doctora Mayra Quiñónez, especialista del departamento provincial de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades, asegura que existe un programa educativo en cada municipio con la intervención de la Cátedra del Adulto Mayor de la universidad Máximo Gómez.
Enfatiza la especialista de Salud que en la ciudad de Ciego de Ávila se han realizado escuelas de verano para ancianos, iniciativa que puede generalizarse en cada Consejo Popular para estimular la vida.
Por una ancianidad vigorosa
La Casa de Abuelos Indalecio Montejo, de la capital avileña, es una instalación llena de encantos que propicia bienestar y felicidad gracias a la pasión de sus trabajadores.
Los ancianos atestiguan el esmero de un colectivo que da fortalezas para andar con lucidez y voluntad, junto con los ejercicios, bailes, cantos y la confección de objetos artesanales que estimulan sus destrezas.
Ciego de Ávila figura entre las envejecidas de Cuba, con más de 80 mil personas en la tercera edad; muchas necesitan de .a solidaridad de familiares, vecinos y amigos para hacer más placentera su vida.
En medio de circunstancias complejas, ante la escasez de transporte público y los altos precios de los alimentos, el apoyo y la protección de los ancianos vulnerables son vitales para lograr su bienestar e incorporación a la sociedad.