Carlos del Porto Blanco
El año 2025 para Cuba ha sido difícil y duro, no descubro el agua tibia cuando lo digo. Sin embargo, la Cultura, pese a carencias y dificultades, ha tenido una presencia amplia en el periodo, ejemplo de esto son las funciones del Ballet Nacional de Cuba en este fin y comienzo de año. En esta ocasión la obra escogida es Don Quijote.
Las funciones serán en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, los días 19, 20, 21, 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre y 1 de enero. Los viernes y sábado a las 7.00 p. m. y los domingos a las 5:00 p. m. Un hermoso gesto de la agrupación es que donaron íntegramente lo recaudado en las dos primeras funciones a la recuperación de los afectados por el huracán Melissa.
Bailar es más que dar pasos; es un lenguaje, una forma de hablar sin palabras, donde cada gesto cuenta una historia y desnuda el alma. Yvonne Padmosta
El programa de mano de la función comienza con una cita del capítulo XIX de la novela de Cervantes, que reproduzco
“Es este Basilio un zagal vecino del mesmo lugar de Quiteria, el cual tenía su casa pared y medio de la de los padres de Quiteria, de donde tomó ocasión el amor de renovar al mundo los ya olvidados amores de Píramo y Tisbe; porque Basilio se enamoró de Quiteria desde sus tiernos y primeros años, y ella fue correspondiendo a su deseo con mil honestos favores, tanto, que se contaban por entretenimiento en el pueblo los amores de los dos niños Basilio y Quiteria. Fue creciendo la edad, y acordó el padre de Quiteria de estorbar a Basilio la ordinaria entrada que en su casa tenía; y por quitarse de andar receloso y lleno de sospechas, ordenó de casar a su hija con el rico Camacho, no pareciéndole ser bien casarla con Basilio, que no tenía tantos bienes de fortuna como de naturaleza. Pues, si va a decir las verdades sin invidia, él es el más ágil mancebo que conocemos, gran tirador de barra, luchador entrenado y gran jugador de pelota; corre como un gamo, salta más que una cabra, y birla a los bolos como por encantamento; canta como una calandria, y toca una guitarra, que la hace hablar, y, sobre todo, juega una espada como el más pintado.
—Por esa sola gracia —dijo a esta sazón don Quijote—merecía ese mancebo no sólo casarse con la hermosa Quiteria, sino con la mesma reina Ginebra, si fuera hoy viva, a pesar de Lanzarote y de todos aquellos que estorbarlo quisieran.
—¡A mi mujer con eso! —dijo Sancho Panza, que hasta entonces había ido callando y escuchando—, la cual no quiere sino que cada uno case con su igual, ateniéndose al refrán que dicen «cada oveja con su pareja». Lo que yo quisiera es que ese buen Basilio, que ya me le voy aficionando, se casara con esa señora Quiteria, que buen siglo hayan y buen poso (iba a decir al revés) los que estorban que se casen los que bien se quieren.”
Don Quijote es el nombre de varios ballets creados por distintos coreógrafos y músicos, pero en la actualidad se refiere casi exclusivamente a la versión con coreografía y libreto de Marius Petipa y música de Ludwig Minkus, con prológo y tres actos, que fue estrenada el 26 de diciembre de 1869 en el Teatro Imperial de Bolshói de Moscú, Imperio Ruso, hoy Rusia.
La obra de Petipa se basa en una versión libre de la novela Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, y en particular en las “Bodas de Camacho”, episodio narrado en el capítulo XIX de la segunda parte, en el que se relata el romance entre el barbero Basilio y la joven Quiteria (Kitri en el ballet).
El argumento original de la obra coreográfica de Marius Petipa consta de un prólogo y cuatro actos. Posteriormente la mayoría de las adaptaciones han modificado la estructura original a un prólogo y tres actos. La acción se desarrolla en la España invadida por los franceses, a principios del siglo XIX.
El Prólogo muestra al pueblo que acude frente a las estatuas de don Quijote y Sancho, para recabar su ayuda. El clamor popular intenta revivir el espíritu del hidalgo caballero, siempre defensor del amor, la libertad y la justicia. La imagen de Dulcinea en la multitud, evocación del ideal amoroso, conmueve al Caballero de la Triste Figura, que, acompañado por su escudero, responde al llamado del pueblo
El primer acto original, se desarrolla en la plaza de un mercado en Barcelona, España, la joven Quiteria es obligada por su padre, el mesonero Lorenzo, a comprometerse en matrimonio con Camacho, el hombre rico del pueblo, pero Quiteria ama al barbero Basilio. Don Quijote llega al pueblo y confunde a Quiteria con su amada ideal, Dulcinea. Quiteria y Basilio huyen juntos.
Durante varios años, en Occidente sólo se conocía el pas de deux, fragmento que Alicia Alonso y Royes Fernández incorporaron por primera vez al repertorio del BNC, el 19 de marzo de 1950, en el entonces Teatro Nacional (hoy Teatro de La Habana “Alicia Alonso”). La versión completa de la obra se añadió al repertorio de la compañía el 6 de julio de 1988, en el hoy Teatro Alicia Alonso.
Al despuntar el día, comienza la vida en una plaza de Castilla, Kitri, la hija de Lorenzo, el posadero, coquetea con su vecino Basilio, el barbero, a quien ama. Aparece el padre de la muchacha y los separa escandalizado.
Los enamorados le piden su consentimiento para el noviazgo, pero Lorenzo se niega dada la pobreza del joven. La llegada de Camacho, un noble rico afrancesado, seguido de su escolta de guardias, provoca la mofa del pueblo. Camacho viene a pedir a Lorenzo la mano de su hija; y esté, seducido por la dote, se la concede. Kitri, negándose a aceptar una unión por interés se burla del noble; y su padre, apenado, lo hace entrar en la posada.
La plaza se anima nuevamente con la llegada de los toreros, entre quienes se encuentra el andaluz Espada con su amante Mercedes. La danza contagia a todo el pueblo.
La aparición de Don Quijote y Sancho Panza en la plaza aumenta el entusiasmo de los presentes, que los aclaman con alegría y los invitan a celebrar en la posada. Se produce un incidente con la aparición de la gitana graciosa, que es acusada de robo por tomar una fruta, y es defendida por Kitri, que, además, le obsequia su chal.
Los jóvenes juegan con Sancho, y Don Quijote participa con ellos hasta que al encontrarse con Kitri cree ver en ella a su adorada Dulcinea y le jura su amor eterno. Todos deciden bailar para el forastero.
El posadero busca a su hija para formalizar públicamente el compromiso con Camacho. Basilio se interpone, pero los soldados se lo impiden. Don Quijote entra en acción y consigue que Kitri y el joven logren escapar. Camacho y los soldados salen en su persecución y Don Quijote y su fiel escudero van tras ellos en defensa del amor
El papel de Kitri, La Hermosa, será interpretado por: Anette Delgado (19 y 21), Laura Kamila (20 y 29), Nadila Estrada (26), Gabriela Druyet (27 y 1) y la bailarina argentina y Primera bailarina de The Royal Ballet, Marianela Núñez (28 y 30). El estreno de Laura Kamila en el papel fue muy aplaudido por el público asistente y tuvo como colofón que el ramo de flores fue entregado por la directora del BNC Viengsay Valdés.
Por su parte Basilio, Barbero del pueblo, fue defendido por: Dani Hernández (19 y 21), Yankiel Vázquez (20 y 29), Alejandro Alderete, se estrena en el personaje (26), Ányelo Montero (27 y 1), Patricio Revé, ex Solista del Ballet Nacional de Cuba, artista invitado (28 y 30).
No puedo pasar por alto el mérito de estas funciones de contar con la música en vivo a cargo de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, dirigida por Yhovani Duarte.
Quedan varias funciones por delante, pese a las dificultades que existen, le propongo que haga un esfuerzo y acérquese a la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, realmente vale la pena disfrutar de esta función que llena el espíritu.