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La Habana, Cuba. – El Ministerio de Educación reinsertó acertada y oportunamente la asignatura de Educación Cívica al sistema de Educación cubano, catalogado como uno de los más completos del mundo.

Lo anterior no es noticia pero, es bueno retomar el tema. Ser cívico se refiere a una persona cumplidora de sus deberes y que exige los derechos correspondientes a la ciudadanía.

El civismo está relacionado con las reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia en nuestras acciones, para demostrar el respeto que debemos a los demás.

Según el grado de civilización de cada país, sin la observancia de esas normas, los hombres no podrían inspirarse ninguna especie de amor ni estimación. Llegamos a adquirir buenos modales por el contacto con personas cultas y educadas.

Los niños y las buenas maneras

Los padres que se comportan de forma educada tienen un largo camino recorrido en la formación de sus hijos. No hay nada más instructivo que un buen ejemplo.

Sin embargo, no podemos fiarnos solo del buen ejemplo. Hay que ser insistentes y reiterar qué comportamientos están bien y cuáles mal. La educación debe ser tenaz pero no agobiante; todo tiene un límite.

Los niños y los mayores, con su ejemplo, deben aprender y enseñar civismo. Lo que hay en la calle es de todos: los bancos, papeleras, fuentes, los elementos de recreo en un parque no podemos estropearlos de forma maliciosa.

No dejemos de rectificarles a nuestros hijos lo que hacen incorrecto, pues una persona maleducada tendrá muchas puertas cerradas. La buena educación es el pasaporte con que viajarás a lo largo de la vida.

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