La Habana, Cuba. – Lo más importante habrá de ser su consagración total al más noble y humano de los oficios: salvar vidas y preservar salud. Más que médicos, serán celosos guardianes de lo más preciado del ser humano; apóstoles y creadores de un mundo más humano. 

Así expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro de los profesionales de la salud formados en Cuba con altísima calidad, elevados valores éticos, humanistas y revolucionarios.

Ellos han mejorado los indicadores sanitarios de nuestro pueblo y de otras partes del mundo. Y en estos duros meses de combate a la Covid-19 están en la primera línea dando muestras de sacrificio, altruismo y solidaridad. 

Hoy, Día de la Medicina Latinoamericana, en homenaje al eminente científico Carlos J. Finlay, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, es momento oportuno para agradecer la entrega diaria de nuestro personal de la salud.

Nuestros valientes

Entregando lo mejor de sí a sus pacientes en Cuba y en varias partes del mundo llegan hoy nuestros trabajadores de la salud al Día de la Medicina Latinoamericana.

En la dura batalla contra la Covid-19, han ofrecido todo su conocimiento y esfuerzo por salvar vidas, arriesgando las suyas.

Con gran profesionalidad y entrega han contribuido a que en el país no se reporten niños ni adolescentes fallecidos por el virus, y tampoco muertes maternas ni de ningún personal sanitario vinculado a la atención médica.

La medicina cubana ha sido luz y esperanza para el mundo. Más de cincuenta brigadas Henry Reeve han colaborado este año en la lucha contra la pandemia en más de 30 naciones, donde han dado muestras de abnegación, solidaridad y heroísmo.

Estamos muy orgullosos de nuestros valientes, garantes de la salud y la vida, con sensibilidad exquisita y compromiso.

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