La Habana, Cuba. – La guerra a que estamos obligados ha estallado en Cuba, dice José Martí a su amigo Antonio Maceo, el 26 de febrero de 1895, cuando los principales jefes de la Revolución están aún fuera de la Isla.

Le escribe con delicadeza, al explicar la escasez de recursos para asegurarle su viaje desde Costa Rica con los hombres que le acompañan, y apela al honor e inteligencia superior del General Maceo: el patriotismo no se dejará vencer por nuestra pobreza.

Cual una disculpa, el prominente orador, político y poeta apela a toda su luz, al conciliar una solución con el alto jefe militar, y se pregunta cómo pedirle virtud a quien la mostrará suprema, con el mayor valor y desinterés.

Cuba está en guerra, se dice y ya la tierra es otra, lo es para usted y lo sé yo, en tanto se despide con una convicción: cree conocerlo bien, su amigo José Martí.