La Habana, Cuba. – Sesenta y cinco años han pasado desde que cayeran en combate los valerosos revolucionarios Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada durante el asalto a la Estación de la  Policía Nacional en Santiago de Cuba aquel 30 de noviembre.

Los jóvenes combatientes tomaron ese día la ciudad por momentos en los distintos lugares acordados, pero la acción no obtuvo el resultado esperado porque el yate Granma no arribó a nuestras costas.

El levantamiento armado de Santiago de Cuba abrió la senda de la lucha de liberación que desde las montañas orientales traerían la Revolución y acabarían con el dictador asesino Fulgencio Batista. Las masas santiagueras contribuyeron al alzamiento.

Sobre el 30 de noviembre Frank País escribió: Era hermoso el espectáculo de un pueblo cooperando con toda valentía, en el momento más difícil de la lucha.