La Habana, Cuba. – Despierta a ese pasajero que parece estar dormido y no se sabe si el sueño es auténtico o fingido. Pero viaja en el asiento marcado por ese símbolo de mujer embarazada y para madres con niños, y para ancianas y ancianos, y enfermos y desvalidos.

Despierta a ese pasajero, despiértame a ese individuo que solidario ha viajado tal vez a remotos sitios para ofrecer sus esfuerzos a extraños desconocidos.

Dile que ahora en el ómnibus viajan de pie, en el pasillo, compatriotas incapaces de guardar el equilibrio, y aunque no sea el asiento marcado con logotipo, solidaridad es darles, a los débiles, auxilio en cualquier lugar del mundo, como hermanos, como amigos.

¡Despiértale la conciencia, que el honor se le ha dormido!