La Habana, Cuba. – Toda Revolución es fuente de Derecho. De los cambios que trae esa convulsión social siempre emana un nuevo ordenamiento jurídico.

Así ha sido en Cuba desde la Revolución iniciada en el 68 por Céspedes y que Fidel llevó al poder en el 59. Cuatro Constituciones de la República en Armas y dos en el período más reciente han marcado, en la historia, la vocación legalista revolucionaria.

La actual Carta Magna, aprobada hace tres febreros, adecuó la realidad jurídica a la cotidianidad del país, al actualizar los deberes y derechos de la ciudadanía.

Su aprobación fue el segundo y más amplio ejercicio democrático realizado en los últimos 60 años, una etapa en que la legalidad vigente se ha transparentado en consultas populares de todo tipo, lo cual ha cementado un amplio consenso social.

Hacia nuevas Leyes

Tras la aprobación de la nueva Constitución hace 3 años, el país ahora trabaja en 39 leyes, 25 de ellas vinculadas de manera directa con la actual Carta Magna.

Pero también hay 11 derivadas de los Lineamientos aprobados en sucesivos Congresos del Partido y 3 propuestas por organismos de la Administración Central del Estado. Además, están en distintas etapas 31 Decretos-Leyes que también complementan el mandato de la Constitución.

Es una necesidad porque los artículos constitucionales, que por lo regular son generales, tienen que tener una herramienta legal que permita aplicar lo que se establece en la Ley de leyes.

Hacer nuevas normas es una tarea complicada pero permite que, de esa manera, el cuerpo jurídico nacional se actualice y se ponga a tono con los tiempos.