La Habana, Cuba. – Uno de los aspectos en los que influye la actual dualidad monetaria y cambiaria es en la formación de precios.
Esa es la expresión monetaria del valor de las mercancías y los servicios, por lo que incide en toda la vida cotidiana. Estamos refiriéndonos a una de las categorías económicas más complejas y controversiales, dice la directora de Política de precios del Ministerio de Finanzas y Precios, Margarita Acosta.
Y no le falta razón a esa experimentada economista cuando se aprecia la reacción de las personas ante el valor de cualquier mercancía. Todos reaccionamos ante aquellos precios que se disparan por un déficit en el mercado nacional o cuando el mismo producto aparece en varios establecimientos con valores diferentes, porque tienen un lazo invisible con los bolsillos de los ciudadanos a través de los salarios.
Un precio opaco
Los precios deben tomar en cuenta los costos de adquisición, sea un producto nacional o importado; los márgenes comerciales, que cubren los gastos del transportador, y los de los establecimientos minoristas que venden a la población, explica la economista Margarita Acosta.
La dualidad monetaria y cambiaria, entre otras distorsiones de nuestra realidad económica, complica la formación de precios mayoristas y minoristas, que casi siempre está aislada del mercado externo.
Ese distanciamiento encubre ineficiencias que se trasladan a la economía de forma encubierta, sin que sean visibles.
Con el tipo de cambio de un peso por un dólar, que es para las relaciones entre las entidades, por lo general el precio del producto importado es inferior al del nacional, detalla la directiva del Ministerio de Finanzas y Precios.
Gigantescos subsidios
El país destina gigantescos niveles de financiamiento para subsidiar precios minoristas, especialmente los de la canasta familiar normada, así como de algunos servicios básicos como electricidad, gas, agua y telefonía fija.
Se subsidian por diferencia entre los precios mayoristas y minoristas, asegura la directora de Política de precios del Ministerio de Finanzas y Precios, Margarita Acosta.
Una buena parte de esos subsidios deben quedar atrás como resultado del ordenamiento monetario que enfrenta el país, lo que no quiere decir que algunas personas quedarán desamparadas, sino que los precios tendrán una conexión más directa con el mercado internacional.
Y es que la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria también persigue acabar con las distorsiones de los precios.