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Por: Carlos del Porto Blanco

La música es el verdadero lenguaje universal. Carl von Weber

El domingo 22 de diciembre la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba acogió a la Orquesta Sinfónica Nacional, conducida por su director titular, Enrique Pérez Mesa.

La función se inició con una felicitación por del Día del Educador y el reconocimiento por parte del Instituto Cubano de la Música, la Uneac y el Teatro Nacional de Cuba al maestro Enrique Pérez Mesa, que cesa en sus funciones como director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional.

El concierto estuvo conformado por dos obras, la Octava Sinfonía en Sol mayor, opus 88, de Antonín Dvo?ák y el Concierto para Piano y Orquesta en La menor, opus 54 de Robert Schumann.

El compositor postromántico, natural de Bohemia, Antonín Leopold Dvorák, nació en Nelahozeves, el 8 de septiembre de 1841y murió en Praga, el 1 de mayo de 1904, ambas localidades pertenecían entonces al Imperio austrohúngaro, y actualmente son parte de la Republica Checa. Este músico es considerado el principal representante del nacionalismo checo en la música. Está valorado como uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX, supo extraer las esencias de la música de su tierra natal sin perder una amplia proyección internacional.

Según las notas al programa de Luis Manuel Molina, el compositor había adquirido a mediados de 1880 una modesta villa en Vysoká, localidad situada a unos 150 kilómetros de Praga. En ella pasaba los veranos entregado a la colombofilia (cría de palomas), una de sus grandes aficiones, y a la composición. Allí, entre los días 26 de agosto y 8 de noviembre de 1889 escribió la Sinfonía número 8 en Sol mayor, opus 88. Esta es la obra más nacionalista de Dvo?ák, y se inspira en canciones y danzas folclóricas de su nación. Si se le compara con sus piezas anteriores, en esta sinfonía se puede apreciar un desarrollo formal y temático más emancipado de las influencias de la escuela alemana, en particular de la música de Brahms, y un verdadero acercamiento melódico y rítmico al folklore de Bohemia. La obra consta de cuatro movimientos (Allegro con brio, Adagio, Allegretto Grazioso y Allegro ma non troppo). Es una obra tierna e inspirada en la música tradicional bohemia.

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La pieza Se estrenó en Praga el 2 de febrero de 1890 bajo la dirección del propio compositor, y se volvió a ejecutar en Londres un año después aprovechando uno de sus desplazamientos a Inglaterra por haber sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cambridge. En Cuba la Octava Sinfonía en Sol Mayor, opus 88, se interpretó por primera vez en un concierto de la Orquesta Filarmónica de La Habana bajo la dirección del maestro Alberto Bolet, en el Teatro Nacional (hoy Gran Teatro Alicia Alonso) el domingo, 30 de marzo de 1958.

Una vez concluida la ejecución de la Sinfonía el Director felicita a las ejecutantes de los clarinetes, la alternante de las flautas, los cornos, la oboísta titular, a toda la sección de vientos, los violonchelos y a la sección de cuerdas.

El compositor y crítico musical alemán Robert Schumann, nació en Zwickau, Reino de Sajonia, el 8 de junio de 1810 y murió en Endenich, hoy en día Bonn, ambos territorios actualmente forman parte de Alemania, el 29 de julio de 1856. Es considerado uno de los más grandes y representativos compositores del Romanticismo musical. Su vida y obra reflejan en su máxima expresión la naturaleza del Romanticismo: pasión, drama y alegría. En sus piezas musicales, de gran intensidad lírica, confluyen una notable complejidad musical con la íntima unión de música y texto.

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El Concierto para piano y orquesta en La menor, opus 54, de Robert Schumann es, de los tres conciertos escritos por él —para piano, violín y violonchelo—, el primero de ellos. Es en éste el que ha alcanzado mayor difusión, y está considerado como una de las columnas básicas del repertorio para piano y orquesta. Schumann había compuesto en 1841 una fantasía para esta combinación, pero no estando satisfecho con ella la dejó reposar durante un tiempo. En 1845 la revisó cuidadosamente y añadió al movimiento inicial, otros dos, con lo que formó la obra. El resultado fue una pieza singular, alejada del modelo de concierto establecido por Mozart y consolidado por Beethoven, que el propio Schumann calificó de “algo entre concierto, sinfonía y gran sonata”.

La premier del Concierto tuvo lugar el 4 de diciembre de 1845 en el vestíbulo del hotel Saxe de Dresde, actual Alemania, teniendo a la esposa del compositor, Clara Schumann, como solista. Hasta casi el final de sus días, en 1896, tocó esta gran artista el concierto de su esposo por las salas de concierto de Europa.

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El Concierto es una partitura de especial dificultad para el solista, pero no es una obra virtuosística en el sentido habitual del término: musicalidad, estilo, sensibilidad, son más necesarios que el deslumbramiento técnico o mecánico. La personalísima orquestación que utilizó su autor contribuye al ámbito intimista de la partitura, alejada de cualquier veleidad de efectismos vulgares. La obra consta de tres movimientos (Allegro affettuoso, en la menor, Intermezzo. Andantino grazioso, en fa mayor y Allegro vivace, en la mayor).

El concierto tuvo como solista el laureado pianista cubano Víctor Rodríguez. Graduado de la Universidad de las Artes, ISA, con homologaciones en la Universidad Nova de Lisboa, Portugal y el Ministerio de Educación y Ciencias de España. Ha obtenido los siguientes galardones: Primer Premio del Concurso Uneac en 1978, Segundo Premio del Concurso Internacional Teresa Carreño en 1981, Premio Especial a la Maestría Artística y el Sexto Premio del Concurso de Piano Tchaikovsky en 1986. Ha realizado conciertos y recitales en 16 países de América, Asia y Europa. Ha grabado dos discos.

Fue una hermosa presentación con la que la Orquesta Sinfónica Nacional despide al año 2024 y a su director por muchos años, el maestro Enrique Pérez Mesa. Pero, ya anunció su próximo concierto para el 19 de enero de 2025, en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, nos veremos; y ya sabe, si me ve, me saluda.

Texto, fotos y video de Carlos del Porto Blanco.

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