La Habana, Cuba.- – El viceprimer ministro, Alejandro Gil, ponderó que el país vive una situación económica compleja y uno de los aspectos de mayor presión para la economía está relacionado con el combustible.

Es una realidad el complicado escenario con el combustible, que es mucho más caro para Cuba, apuntó el también titular de Economía y Planificación, quien agregó que ha disminuido su costo debido a la contracción económica global, pero la tendencia es a la recuperación.

Gil esclareció que no hay vínculo entre el crecimiento de la tarifa eléctrica y el déficit de combustible, e ilustró que este año está previsto que el sector residencial consuma 9 mil 450 Giga Watts-hora, el 62 por ciento del país. El vicepremier detalló que para el venidero calendario, el Plan de la Economía que no diseña apagones, planifica que la población consuma más de 9 mil 900Giga Watts-hora.

El subsidio a la tarifa eléctrica

Todo lo que hemos hecho hasta ahora cambia de golpe, porque la tendencia es a la transformación, afirma el jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo.

Señala que se podían llevar los salarios a niveles más altos que lo planteado en la reforma, y quitar los subsidios a la electricidad, pero, subrayó, económicamente eso no es lo más adecuado, porque se va a producir una recomposición del consumo que puede ser desmedida.

Murillo explica que la electricidad tiene una factura nacional de unos 33 mil millones, de los que el Presupuesto asume unos 17 800 millones, es decir, se subsidia más o menos la mitad del gasto.

Ese subsidio es el que garantiza el acceso de los de menos ingresos, apuntó antes de afirmar que la tarifa eléctrica no será permanente y habrá que revisarla en el futuro.

Un kilowatt subsidiado

Marino Murillo señaló que en las nuevas condiciones 1 kilowatt tiene un costo de 3.61 pesos, pero el precio promedio es de 2.62, pues una buena parte esta subsidiado por el estado.

El jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos reiteró que la idea es repartir de manera diferente la riqueza creada, pero aclaró que quienes trabajan estarán en mejores condiciones.

Explicó que la canasta de bienes y servicios de referencia, que se tomó como base para el establecimiento del salario mínimo de 2 mil 100 pesos, tuvo en cuenta el consumo individual de diversos acápites, entre ellos la electricidad.

De los poco más de 3 millones de asalariados, unos 30 mil ganan hoy el salario mínimo, subrayó Murillo.