Junto al Primer Ministro Manuel Marrero, constató el intenso trabajo del colectivo para agilizar el complejo montaje de las piezas que permitirán recuperar en los próximos días, la capacidad de producción de oxígeno medicinal.

Cuba ha tenido que buscar alternativas para suministrar oxígeno a los centros hospitalarios, debido a la rotura de la planta que cubría la demanda nacional. Pequeñas fábricas se han puesto a disposición del sistema sanitario, a lo que se suman las importaciones y las donaciones de distintos países.

Una de las acciones a nivel gubernamental ante esta situación fue la creación de un puesto de mando, que permitió gestionar la crisis y tomar decisiones tomando en cuenta las necesidades y disponibilidad.

La aviación de las FAR y otras instituciones se dedicaron a distribuir el oxígeno y a la creación de implementos para optimizar su uso en los hospitales, una iniciativa que fue apoyada por varios trabajadores privados.

Tomada de Cubadebate.