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Quito (oficialmente San Francisco de Quito) es la capital de la República de Ecuador, la más antigua de Sudamérica y de la Provincia de Pichincha, es la segunda con mayor población, después de Guayaquil. Además, es la cabecera cantonal o distrital del Distrito Metropolitano de Quito.

La ciudad está ubicada sobre la hoya de Guayllabamba, en las laderas occidentales del estratovolcán activo Pichincha, en la parte oriental de los Andes y su altitud es de 2850 metros sobre el nivel del mar. La ciudad está dividida en 32 parroquias urbanas, las cuales se subdividen en barrios. Quito es el centro político de la República del Ecuador, alberga los principales organismos gubernamentales, culturales, financieros -al ser el hogar de la mayoría de bancos de la Nación, administrativos y comerciales del país la mayoría de empresas transnacionales que trabajan en Ecuador tienen su matriz en la urbe.

La fecha de su primera fundación es incierta; los registros más antiguos se hallan en la hacienda del Inga alrededor del año 1030 A.N.E. El Inca Huayna Capac convirtió a Quito en una ciudad importante del norte del Tahuantinsuyo, territorio del imperio Inca, y durante varios lapsos de tiempo se movilizó entre esa localidad y Tomebamba, esta última capital norteña del imperio. Sin embargo, se utiliza la conquista española de la ciudad, el 6 de diciembre de 1534, como su nacimiento y fecha de fundación. El 24 de mayo de 1822 el ejército independista comandado por el mariscal Antonio José de Sucre venció a las fuerzas realistas leales al rey de España quienes estaban bajo las órdenes de Melchor de Aymerich, en la Batalla de Pichincha. Gracias a la victoria de las tropas grancolombinas, se consiguió la liberación de Quito y la independencia de las provincias pertenecientes a la Real Audiencia de Quito. El 13 de mayo de 1830 se crea la República del Ecuador, con Quito como capital tras separarse de la Gran Colombia.

Es la primera ciudad declarada, junto a Cracovia en Polonia, como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, el 8 de septiembre de 1978. En 2008, Quito fue nombrada sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), siendo así el centro de reuniones oficiales de los países de América del Sur. En 2012, Quito fue evaluada dentro del concepto de ciudades mundiales o globales como una ciudad beta.

En la actualidad, el origen del nombre de la ciudad es debatido, ya que existen diferentes explicaciones sobre su creación. Según la historiadora Anne Collin, este proviene de una mitológica tórtola de una antigua leyenda aborigen conocida en lengua quichua como quitus. La villa no cambiaría su nombre con la llegada del pueblo Inca y sufriría una pequeña modificación de la letra «u», por la «o» con los conquistadores españoles. Otro de los posibles orígenes topónimos lo sugirió el historiador González Suárez quien afirmó que la ciudad tomó el nombre de su fundador, Quitumbe del monte «Umbe» del «herri»(pueblo) de Laukiniz

La teoría más aceptada relata que su denominación proviene de las lenguas tsa’fiki y cha’fiki, «Qui» -de quitsa-, que quiere decir mitad y «To» o «Tu», cuyo significado es tierra. Así la palabra Quito o Quitu, se traduce como: “Tierra en la mitad del Mundo”. Aportes desde los pueblos y nacionalidades a la toponimia ¨kitu.

Desde el Ñawpay Rimay (oralidad vivencial) de los pueblos y nacionalidades en Ecuador, el asentamiento Quito obedece a la toponimia originaria como ¨kitukara¨ pues así se identifican los indígenas del lugar, siendo uno de los 18 pueblos kichwas en Ecuador, por consiguiente, las lenguas vivas que hasta la fecha están vigentes prevalecen sobre las interpretaciones de la historia oficial puesto que no sustentan la veracidad en razón de las teorías. Dicho de esa manera ¨kitukara¨ es un fonema compuesto de tres sufijos que demuestran la fusión de aquellos tiempos:

KI fonema del mundo lingüístico Chibcha, es decir, madre de las lenguas Tsa´fiki, Chapala y Awapi, su aproximación al castellano es: Tierra de la mitad, tierra equilibrada, tierra de dos caras. TU fonema del mundo lingüístico Runashimi (kichwa, quechua o queshua), su aproximación al castellano es: Vector energético, rayo vital. KARA fonema del mundo lingüístico Runashimi, su aproximación al castellano es: Piel, cáscara, pellejo, cuero, vaina.

Analizando las traducciones ¨kitu¨ se aproxima a Rayo vital en la tierra equilibrada y el fonema ¨kitukara¨ se aproxima en la Piel vital de la tierra equilibrada. Hay que considerar que los españoles en tiempos de conquista venían del paradigma del oscurantismo cristiano, los mismos que se encargaban de divinizar o satanizar bajo el concepto de Dios, cuyo enfoque derivó en que ¨kitu¨ se traduzca como Dios. Se puede comprobar que en los pueblos de Abya Yala en ninguna lengua originaria de América existe traducción de Dios, y para el caso del kichwa con mucha razón puesto que el paradigma de Dios es propio de occidente.

Las investigaciones arqueológicas señalan que en el sector del Inga, una hacienda ubicada cerca del monte Ilaló, alrededor del año 1030 A.N.E. vivieron pueblos nómadas que se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de alimentos. Robert Bell, el primer científico que estudió esa zona, determinó que la roca obsidiana usada para la creación de herramientas databa del 7.080 A.N.E. posteriormente se estableció su edad en más de 12 milenios de antigüedad, como se lo reconoce actualmente. Debido a ello, por ahora, es considerado como el lugar con el asentamiento humano más antiguo de Ecuador Ese primer emplazamiento pertenece al período paleolítico ecuatoriano, el cual se caracterizó por el amplio uso de los habitantes de aquel material ígneo del que se han encontrado cerca de 80 mil piezas.

En el año 800 A.N.E. durante el período de desarrollo regional, la civilización de los cotocollaos (descubiertos por el Padre Porras en 1973) se estableció entre las montañas Casitagua y Pichincha. Esa sociedad fue sedentaria, basó su desarrollo tanto en la agricultura por el cultivo del maíz, la quinua, el chocho, la calabaza; por la cacería, siendo muy importante la presencia del venado, el conejo, y los camélidos; así como también por el comercio, el cual llegó a lugares distantes para la época como la región costera del país. Debido a ello la cerámica de los cotocollao compartió semejanzas, tanto en su decoración como en estilo, con las culturas Chorrera y Machalilla. Aproximadamente en el año 500 A.N.E. ese pueblo desapareció a causa de las erupciones del volcán Pululahua.

El yacimiento arqueológico de Rumipamba (1500 A.N.E. hasta el 900), una aldea y necrópolis ubicada en la parroquia homónima de la ciudad la cual fue abandonada en varias ocasiones debido a las erupciones de los volcanes Pululahua y Guagua Pichincha, es uno de los pocos vestigios remanentes que pertenecen a la cultura Quitu. Durante ese período (Integración) se da uno de los capítulos más controversiales de la historia de la urbe, El Reino de Quito, mencionado por el Padre jesuita Juan de Velasco en su «Historia del Reyno de Quito» publicada en el siglo XVIII.

En ella se habla de un supuesto Reino (palabra que se utilizaba en aquella época para definir al país de Quito por los españoles) conformado por las etnias Quitu y Caras, las cuales integraron un extenso territorio en la sierra central y norteña ecuatoriana. La historia fue negada aproximadamente un siglo atrás por el historiador Gonzales Suárez. Pese a las controversias, se sabe que una importante confederación como los Quitu, se asentaron en las laderas del Pichincha y habitaron la zona antes de la llegada de los incas.

La conquista Inca de esa región fue iniciada en el siglo XV por Túpac Inca Yupanqui, hijo de Pachacútec el fundador del Imperio incaico. Su hijo, Huayna Cápac, fue el primer soberano nacido en el actual territorio ecuatoriano y el que estableció su residencia en tierras cañaris en Tomebamba, la actual ciudad de Cuenca. Conquistaría el territorio de los Quitus, y luego mediante cruentas guerras libradas en los territorios caranguis (actualmente Pichincha e Imbabura) lograría su victoria definitiva, la batalla definitiva se dio en la laguna de Yaguarcocha (“lago de sangre”, en quichua). La importancia de la ciudad fue estratégica tanto en lo militar como en lo económico, así pues, desde Quito el emperador Huayna Capac conquistó a los Caranquis. Algunos estudiosos apuntan a que Atahualpa nació en Caranqui aproximadamente en el año 1500.

Cuando llegaron los españoles al Tahuantinsuyo, el imperio inca estaba sumergido en una guerra civil provocada por la pugna de poder entre Atahualpa y su hermano Huáscar. El primero defendía su hegemonía desde Quito, el segundo desde Cuzco. Atahualpa y su ejército vencieron a Huáscar en las cercanías del río Apurimac. Le dio a elegir a Huáscar: vivir y quedarse con el imperio de Cuzco, o morir. Huáscar, indignado por la derrota, acepto la muerte. Pero en el año de 1533, luego de pacificar el imperio, Atahualpa aceptó una reunión con Francisco Pizarro, en la cual fue capturado y días después asesinado por orden del español.

La conquista de los Andes septentrionales fue motivada principalmente por el rumor de que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa. Se formaron dos expediciones, la de Pedro de Alvarado, desde Guatemala, y la de Sebastián de Belalcázar procedente del sur. Fue ese último el que consiguió llegar primero y quien, el 6 de diciembre de 1534, fundó la ciudad de San Francisco de Quito en las faldas orientales del volcán Pichincha. La ciudad se encontraba sobre cenizas, ya que días antes había sido incendiada por el general inca Rumiñahui con el objeto de que los españoles no encontraran nada al llegar. En agosto, la villa había sido fundada por Diego de Almagro cerca de la ciudad de Riobamba con el nombre de Santiago de Quito.

Referencias