La Habana, Cuba. – El químico, profesor universitario y filósofo alemán Friedrich Wilhelm Ostwald, nace en Riga, Letonia; el 2 de septiembre de 1853, obtuvo el premio Nobel de Química en 1909 “por su trabajo en la catálisis y por sus investigaciones sobre los principios fundamentales que rigen los equilibrios químicos y las velocidades de reacción”.

Inicialmente se opuso a la teoría atómica, pero luego de que se realizaran medidas del movimiento browniano y se comprobase que coinciden con las ecuaciones calculadas por Albert Einstein, cambió de opinión.

Cursó estudios en la Universidad de Dorpat (hoy Universidad de Tartu), graduándose en 1875. Trabajó como profesor en dicho centro hasta 1881. De 1881 a 1887 fue profesor del Instituto Politécnico de Riga. En 1887 se trasladó a la Universidad de Leipzig como profesor de química física. Allí fundó el Instituto Ostwald, primer instituto dedicado al estudio de la química física, que dirigió hasta su jubilación en 1906.

Trabajó en las ciencias de la información, pues se interesó en el desarrollo de la organización del conocimiento de la literatura gris y la documentación técnica. Hizo propuestas para que el conocimiento se organizara de manera analítica, estandarizada, normalizada e internacionalizada, convirtiéndose en un precursor de la web semántica. Fruto de su empeño, fue el creador, junto a Karl Wilhelm Bührer y Adolf Saager, del Instituto Internacional para la Organización del Trabajo Intelectual, fundado en Múnich en 1911 y conocido comúnmente como Brücke. En él, se pretendía crear el primer centro de documentación donde se organizasen todos los documentos y referencias bibliográficas producidas por bibliotecas, museos, asociaciones, sociedades, compañías utilizando como método de indización y clasificación una herramienta nueva en Europa, la Clasificación Decimal de Dewey.

Formuló la ley de Ostwald que rige los fenómenos de disociación en las disoluciones de electrolitos. En 1900 descubrió un procedimiento de preparación del ácido nítrico por oxidación del amoníaco, facilitando la producción masiva de fertilizantes y de explosivos en Alemania durante la I Guerra Mundial.

Ideó un viscosímetro, que se sigue utilizando para medir la viscosidad de las disoluciones. Elaboró una nueva teoría del color, defendiendo la normalización de los colores y creando en Dresde un laboratorio destinado a su estudio en 1920. Destacó, además, como escritor y editor científico.

En el campo de la filosofía merece mencionarse la doctrina energética que elaboró y que intenta explicar la mayoría de los fenómenos en función de su energía física. Entre sus obras destacan Filosofía natural (1902) y Ciencia del color (1923). Friedrich Wilhelm Ostwald muere en Grossbothen, Alemania; el 3 de abril de 1932.