El médico inglés Thomas Sydenham, nace el 10 de septiembre de 1624 en Wynford Eagle condado de Dorset, Inglaterra, actual Reino Unido. Estudió en Oxford e impartió su oficio de médico en Londres. Siendo apreciado como el representante más destacado de la medicina inglesa. Reconocido como un fundador de la medicina clínica y la epidemiología. Debido a que enfatizaba las observaciones detalladas de los pacientes y mantenía registros precisos, se le ha llamado “el Hipócrates inglés”..
Aunque sus estudios de medicina en la Universidad de Oxford fueron interrumpidos por su participación en el bando parlamentario durante la primera de las Guerras Civiles Inglesas, Sydenham recibió su M.B. en 1648 y comenzó a ejercer hacia 1656 en Londres, donde realizó un estudio minucioso de las epidemias. Sus ideas políticas imposibilitaron su pertenencia al Royal College of Physicians. Su trabajo formó la base de su libro sobre las fiebres (1666), que luego se amplió hasta convertirse en Observationes Medicae (1676), un libro de texto estándar durante dos siglos. Su tratado sobre la gota (1683) se considera su obra maestra. El texto contiene observaciones médicas sobre la historia y curación de las enfermedades agudas (1676) en cuyo prólogo expuso un programa para construir una nueva patología basado en la descripción de todas las enfermedades «tan gráfica y natural como sea posible» ordenando los casos de la experiencia clínica en especies igual que hacían los botánicos.
Fue uno de los primeros en describir la escarlatina (diferenciándola del sarampión y nombrándola) y explicando la naturaleza de la histeria y la danza de San Vito (corea de Sydenham). Sydenham introdujo el láudano (tintura alcohólica de opio) en la práctica médica, fue uno de los primeros en utilizar hierro para tratar la anemia por deficiencia de hierro y ayudó a popularizar la quinina en el tratamiento de la malaria. Burlado por sus colegas, Sydenham se benefició enormemente de un consiguiente distanciamiento de las teorías especulativas de su tiempo.
Dentro del escaso arsenal terapéutico existente en su época, prefería los compuestos orgánicos de plantas medicinales sobre los minerales, utilizando opio en forma del conocido «láudano de Sydenham». Es famosa sus célebres frases (1680): «De los remedios que ha dado Dios al Hombre para aliviar su sufrimiento, ninguno es tan universal y eficaz como el opio. Si echáramos todos los medicamentos al mar, menos el opio, sería una gran desgracia para los peces y un gran beneficio para la humanidad».
Thomas Sydenham, murió el 29 de diciembre, 1689, Londres, Inglaterra, Reino Unido.
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