La Habana, Cuba. – El físico y químico ruso – belga Ilya Prigogine (en ruso: Iliá Románovich Prigozhin), nace el 25 de enero de 1917 Moscú, Imperio Ruso. Después de la Revolución de Octubre su familia se establece en Bélgica. Estudió química en la Universidad Libre de Bruselas, donde fue profesor de fisicoquímica y física teórica a partir de 1947. En 1959, se convirtió en el director del Instituto Internacional de Solvay de Bruselas. Fue asimismo catedrático de química en la Universidad de Chicago y de física e ingeniería química en la Universidad de Texas en los Estados Unidos, donde fundó en 1967 el Instituto de Mecánica Estadística y Termodinámica. Autor de numerosos libros como Estudios termodinámicos de fenómenos irreversibles (1947), Tratado de termodinámica química (1950), Termodinámica de no equilibrios (1965), Estructura, disipación y vida (1967) o Estructura, estabilidad y fluctuaciones (1971). Al lado de Isabelle Stengers escribió: El Fin de las certidumbres y el clásico La nueva alianza.

Especialista en termodinámica, realizó investigaciones teóricas sobre la expansión de la termodinámica clásica en el estudio de los procesos irreversibles con la teoría de las estructuras disipativas. Utilizó la teoría del caos en sus investigaciones. En 1977 fue galardonado por la Real Academia sueca de Ciencias con el premio Nobel de química por una gran contribución a la acertada extensión de la teoría termodinámica a sistemas alejados del equilibrio, que sólo pueden existir en conjunción con su entorno.Otro de sus más célebres libros, de título Tan sólo una ilusión, es una antología de diez ensayos (elaborados entre 1972 y 1982) en los que Prigogine habla con especial ahínco sobre ese nuevo estado de la materia: las estructuras disipativas, asegurando que con esos novedosos conceptos se abre un “nuevo diálogo entre el hombre y la naturaleza”.

Para Ilya Prigogine el tiempo precede al Universo. Según Ilya Prigogine el Universo es el resultado de una transición de fase a gran escala. El Universo sería el resultado de una inestabilidad sucedida a una situación que le ha precedido. El Universo que conocemos sería el resultado de una transformación irreversible de otro estado físico: cuando el tiempo se transformó en materia. La ruptura de la simetría, en el espacio, es consecuencia de una ruptura en la simetría temporal, es decir, de una diferencia entre el pasado y el futuro. La materia lleva consigo el signo de la flecha del tiempo. Su concepto de estructuras disipativas rompe la simetría euclideana del espacio y la simetría del tiempo.

La novedad que aporta es que, lejos del equilibrio, la materia adquiere nuevas propiedades. Esas propiedades son completamente nuevas, pero no dejan aislado al sistema como se creía hasta el momento. Prigogine estudia los mecanismos matemáticos de formación de las estructuras disipativas, llevando a cabo experimentos numéricos en los que demuestra que, a partir de reacciones caóticas de no-equilibrio, se pueden formar cadenas de simetría rota pero con una nueva estructura ordenada. Esa ruptura de la simetría, en el espacio, ampliamente discutida por la filosofía del espacio y el tiempo, es consecuencia de una ruptura en la simetría temporal, es decir, de una diferencia entre el pasado y el futuro. El concepto de estructuras disipativas no sólo rompe el concepto de simetría del espacio euclídeo, sino que también rompe con la simetría del tiempo y genera un nuevo concepto de historicidad.

Ilya Prigogine, muere el 28 de mayo de 2003, Bruselas, Bélgica.