La Habana, Cuba. – El navegante y explorador noruego-danés Jens Munk, nace en Barbo, cerca de Arendal, en el sur de Noruega, el 3 de junio de 1579. Estuvo al servicio de Cristián IV de Dinamarca y es recordado como uno de los primeros y más experimentados navegantes y exploradores árticos, que trató de encontrar un atajo hacia el Lejano Oriente, las Indias Orientales y China, tanto a través de un paso del Noreste (1609 y 1610) como de un paso del Noroeste (1619-20). A la edad de doce años, el joven Munk fue a Oporto, Portugal, donde trabajó para el magnate naviero Duart Duez. Al año siguiente, se embarcó en un convoy neerlandés que se dirigía a la ciudad de Bahía, en Brasil. Frente a la costa brasileña, el convoy fue atacado por piratas franceses y Munk fue uno de los únicos siete sobrevivientes. Munk vivió en Bahía (hoy Salvador) durante seis años.

Participó en un viaje accidentado a Nueva Zembla en 1609 con Jens Hvid. La expedición se vio envuelta en una tormenta en el océano Ártico y los barcos quedaron atrapados en el hielo y la tripulación apenas fue capaz de hacer el camino de regreso, arribando a tierra cerca de Arjángelsk. Al año siguiente, el rey le ordenó regresar al mismo destino para encontrar el Paso del Noreste. Esa vez, la expedición quedó detenida por el hielo y tuvo que dar marcha atrás cuando llegó a Kildin, en la costa de Múrmansk. A partir de 1611, Jens Munk fue nombrado capitán de barco de la marina danesa por el rey danés-noruego, Cristián IV de Dinamarca. Durante la guerra de Kalmar (1611-13), entre suecos y daneses, Munk, junto con el noble Jørgen Daa, dirigió en 1612 un ataque a la fortaleza sueca de Älvsborg (cerca de la actual Gotemburgo) y consiguió acrecentar su reputación. Posteriormente, se le dieron importantes tareas para completar en latitudes norte y sur. Se fue a España, por ejemplo, a contratar a los vascos que podrían participar en la caza de ballenas danesa-noruega, siendo el primero en introducir la caza de ballenas del Ártico como una industria lucrativa en Dinamarca.

En 1615, capturó a Jan Mendoza —el pirata más famoso de su tiempo que luchó en la batalla de Kanin Nos— cerca de la entrada del mar Blanco, en la costa norte de Rusia. No transcurrió mucho tiempo para que Munk fuera conocido por ser uno de los mejores oficiales de la marina danesa-noruega. En 1618 el rey Cristián IV le nombró comandante de la primera expedición danesa a las Indias Orientales, con cinco barcos y casi 1000 hombres, pero sólo un mes antes de la salida de la expedición, en noviembre, Munk fue relegado y sustituido por el noble Ove Gjedde. Unos meses antes Munk también había perdido una gran cantidad de dinero como resultado de una expedición ballenera sin éxito, lo que causó una pérdida de su prestigio social. Como un intento de recuperar su posición social, comenzó la planificación de una expedición mucho más espectacular en 1619, la búsqueda del Paso del Noroeste.

El sueño de su vida comenzó en serio en 1619 cuando recibió la orden de encontrar el Paso del Noroeste, que se creía se extendía entre la bahía de Hudson y el océano Pacífico. El ambicioso Christian IV había diseñado un gran plan para controlar ambos estrechos árticos, el del nordeste y el noroeste, con el fin de tener acceso a las riquezas de Oriente. Se creía que una ruta por el norte hacia Japón y China (Catay) sería mucho más rápida que las rutas comerciales habituales. Y se sugirió incluso que, navegando hacia el norte, la distancia sería solamente de un quinto de la de la ruta tradicional que bordeaba África y cruzaba el océano Índico.

El 9 de mayo de 1619, Jens Munk zarpó de Copenhague con solo dos barcos, el Unicornio y el Lamprea, que habían sido equipados bajo su propia supervisión, y que contaban con una tripulación de 64 marineros, daneses y noruegos. Pusieron primero rumbo hacia el norte, a las islas Shetland, siguieron hacia las islas Feroe, y continuaron navegando hacia el oeste, hasta arribar frente a las costas de Groenlandia. Divisaron el cabo Farewell el 30 de junio, diez días después de haber avistado Groenlandia. Penetraron en el estrecho de Davis hasta los 69 grados de latitud Norte y el 8 de julio ya habían avistado la ribera occidental, pero no pudieron acercarse a tierra por el hielo y la niebla. Cuando el tiempo aclaró, siguieron hacia el oeste, navegando en la bahía de Frobisher, pensando que era el estrecho de Hudson. Al descubrir el error, volvieron y navegaron hacia el sur, pasando casi un mes luchando hasta que estuvieron convencidos de haber alcanzado el estrecho, que Munk bautizó como Fretum cristiana. Siguieron peligrosamente la orilla norte del estrecho, entre el hielo y la tierra. En un lugar llamado por Munk Rinsund desembarcaron en tierra y tuvieron un encuentro con los nativos, probablemente esquimales, y cazaron algunos renos. Munk tomó posesión de esas tierras en nombre de Cristián IV. Después de dejar Rinsund, quedaron atrapados en el hielo durante seis días. Exploraron una pequeña cala, que Munk llamó el 31 de julio «Haresund», hasta que el tiempo mejoró.

Munk se hizo de nuevo al mar el 19 de agosto, poniendo rumbo oeste-suroeste. Sus pilotos pensaban que estaban ya en la bahía de Hudson, pero Munk no estaba seguro, en realidad estaban en la bahía de Ungava. Después de rectificar ese error entran en la bahía de Hudso. Munk llamó al conjunto de lo que ahora se conoce como bahía de Hudson Novum Mare Christian. En ese momento, sólo se conocía como “bahía de Hudson” la parte sur, siendo la parte occidental llamada bahía de Button. El relato de Munk es el primero que trató todo el conjunto como un mar interior, y su mapa fue el primero en el que se representó la totalidad de la bahía.

Al llegar a la bahía de Hudson, Munk navegó hacia el suroeste, buscando alcanzar la costa oeste en un lugar determinado. El cruce de la bahía se realizó sin incidentes y desembarcaron en un lugar llamado más tarde cabo Churchill, donde Munk inmediatamente buscó refugio para sus naves. El clima empeoró poco después y Munk inverna en Puerto Churchill, en el estuario del río Churchill, planificando buscar el pasaje en la primavera siguiente. Munk fue el primer europeo en visitar la zona. Mientras llegaba el invierno, Munk realizó algunas observaciones científicas y evaluaciones, tales como las migraciones de aves, un eclipse de luna, parhelions, y sus puntos de vista sobre los orígenes de los témpanos de hielo que había visto en los estrechos de Davis y de Hudson.

Munk animó a sus hombres a que realizasen ejercicio en tierra y cazasen, pero a medida que el tiempo fue más frío y la nieve más profunda, se limitaron a permanecer en sus barcos. El frío y el hambre comenzaron a pasar factura y en enero de 1620 los hombres empezaron a sucumbir ante el escorbuto. A pesar de que en las naves había reservas adecuadas de hierbas, aguas y medicamentos, nadie sabía la forma de administrarlos. En marzo, la mitad de la tripulación estaba muerta, y el 4 de junio, 61 de los tripulantes habían perecido, quedando sólo Munk y otros dos hombres, debilitados por la enfermedad. Sin embargo, se recuperaron lo suficiente para intentar un regreso a Europa en el Lamprenen. Partieron el 16 de julio de 1620 e increíblemente ellos tres lograron manejar el barco durante el viaje de regreso. En el relato de Munk se habla poco del viaje de vuelta, en el que siguieron un curso muy parecido al del viaje de ida. Llegaron a Bergen, Noruega, el 21 de septiembre.

Munk quedó decepcionado con el fracaso de la expedición: no se había preparado para el frío extremo —peor del que había experimentado en sus viajes infructuosos a Novaya Zemlya— y además, había planeado vivir en tierra y tener carne fresca. Más tarde, hizo planes para regresar a la zona con colonos para iniciar el comercio de pieles allí. Hizo varios preparativos para un segundo viaje para tomar posesión de “Nova Dania” (Nueva Dinamarca) para la corona danesa, pero su salud era muy débil para llevarlo a cabo y finalmente se pospuso por varias razones.

A pesar de las experiencias fracasadas en la bahía de Hudson, Munk continuó sirviendo como explorador polar y diplomático danés. Navegó a Malmis (Kola Ciudad), en 1623, como almirante de una fuerza de asalto naval en respuesta a un ataque de Rusia a los comerciantes daneses. El caos provocado en Malmis fue horrendo. y dio lugar a unas tensas relaciones entre Dinamarca-Noruega y el zar de Rusia. En 1624, sin embargo, Munk estaba una vez más en el mar del Norte, esa vez para librar las aguas costeras de los piratas. En 1625 fue nombrado almirante y durante la guerra de los Treinta Años Munk lideró un bloqueo sobre el río Weser, en 1626 y 1627. Luego tomó parte en los ataques contra las tropas de Wallenstein en Fehmarn y en el fiordo de Kiel, en marzo y abril de 1628.

Un relato del viaje de Munk en 1619-1620 a la bahía de Hudson se publicó en Copenhague en 1624 con el título de «Navigatio Septentrionalis, Efterretning af Navigationen og Reisen til det Nye Danmark af Styrmand Jens Munk». La segunda. edición, editada de forma anónima y publicada en 1723, tiene una biografía de Munk, que se cree que fue extraída de su propio diario. Una tercera. edición, publicada en Copenhague en 1883, consistió en una reimpresión exacta de la edición 1624, con una Introducción y Notas de P. Lauridsen, que incluía alguna información interesante encontrada en los Archivos del Estado danés. El original de Munk, un manuscrito autografiado que recoge la mayor parte del texto, es propiedad de la Biblioteca de la Universidad de Copenhague.

Jens Munk murió el 28 de junio de 1628, probablemente como resultado de haber sido herido en los combates en el fiordo de Kieler un par de meses antes. Sin embargo, según el científico francés Isaac de La-Peyrère, que sirvió como legado en la embajada francesa en Copenhague, Munk habría muerto como consecuencia de una disputa con el rey Christian IV, en la que el rey habría atacado furiosamente a Munk con un palo causándole la muerte.