La Habana, Cuba. – El militar, explorador, marino y navegante portugués de linaje noble, Fernando de Magallanes, también conocido como Hernando de Magallanes; nace en Sabrosa, Portugal; en la primavera de 1480. Fue nombrado por la Monarquía Hispánica adelantado y capitán general de la “Armada para el descubrimiento de la especería” y comendador de la Orden de Santiago. Al servicio de Carlos I, inició en 1519 la expedición en la que descubrió el canal natural navegable que hoy recibe el nombre de estrecho de Magallanes, realizando la primera navegación de origen europeo desde el océano Atlántico hasta el océano Pacífico, llamado hasta entonces mar del Sur. Esa expedición, en la que Magallanes murió, se convirtió en la primera circunnavegación de la Tierra cuando una de sus naos, capitaneada por Juan Sebastián Elcano, regresó a España en 1522.

En 1517 fue a Sevilla con Rui Faleiro y propuso el proyecto de dar a España la posibilidad de llegar a las Molucas por occidente, sin atravesar mares reservados a los portugueses por el Tratado de Tordesillas y, además de eso, probar que las “islas de la especiería” se encontraban en el hemisferio castellano. Con la influencia de Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos, consiguieron la aprobación del rey Carlos I. El 22 de marzo de 1518 Carlos I nombra capitanes generales a Magallanes y Faleiro para que partan a la búsqueda de las “islas de la especiería”, y en julio los eleva al grado de comendadores de la Orden de Santiago y les otorga un conjunto de privilegios:

  • El monopolio de la ruta descubierta por el término de diez años.
  • El nombramiento como gobernadores de las tierras e islas que encontrasen, con el cinco por ciento de las ganancias netas que resultasen.
  • Un vigésimo de las ganancias del viaje.
  • El derecho a retener mil ducados sobre los próximos viajes, pagando solo cinco por ciento sobre el excedente.
  • La concesión de una isla a cada uno, excepto de las seis más ricas de las cuales no recibirían más que una decimoquinta parte.

Antonio Pigafetta, cronista y geógrafo veneciano, que participó de la expedición a sus propias expensas, escribió un diario completo del viaje, posibilitado por el hecho de haber sido uno de los pocos viajeros en retornar vivo a Europa. De esa forma, legó a la posteridad un raro e importante registro de donde se puede extraer mucho de lo que se sabe de ese episodio de la historia.

Por fin el 6 de marzo de 1521 encontró una isla en la que los navegantes aprovecharon para descansar y recoger víveres. Pronto acudirían a aquella isla numerosos indígenas con regalos para estos nuevos visitantes, habían arribado a la isla de los Ladrones (probablemente la actual isla de Guam) en el archipiélago de las Marianas. Buscando las Molucas, Magallanes y los suyos llegaron al archipiélago que más tarde se conocería como “islas Filipinas” en honor de Felipe II. Habían llegado al Extremo Oriente, cumpliendo el proyecto de Cristóbal Colón.

Magallanes pereció el 27 de abril de 1521 en la batalla de Mactán, luchando contra una tribu cebuana encabezada por el jefe tribal Lapulapu, en la isla filipina de Mactán.