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Por: Angélica Paredes López

¿Qué es verdaderamente para los Estados Unidos el respeto a los Derechos Humanos? Ante los ojos del mundo, sin ningún escrúpulo, Washington viola la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tratando de imponer su inaceptable política de “haz lo que yo digo y no hagas lo que yo hago”.

Desde hace mucho tiempo, el tema de los derechos humanos fue secuestrado por el gobierno estadounidense y sus aliados cercanos como instrumento de presión para sus políticas de dominación global.

Recordemos que, durante años, las labores de la antigua Comisión de Derechos Humanos de la ONU estuvieron lastradas por la manipulación política que fue impuesta por un reducido grupo de países poderosos, y muy especialmente por la superpotencia hegemónica mundial.

Ese pequeño grupo de naciones ricas, encabezadas por Estados Unidos, percibieron la Comisión como su propiedad privada y la usaron como instrumento de presión contra los intereses de los países subdesarrollados, que representan la inmensa mayoría de los miembros de las Naciones Unidas, con el objetivo de imponerles determinadas normas supuestamente paradigmáticas y el pensamiento único.

En el tema, hoy predominan la manipulación, la mentira, los dobles raseros y los discursos vacíos.

Los 842 millones de personas que padecen hambre en el mundo, los 774 millones de analfabetos adultos y los 6 millones de niños que mueren cada año por enfermedades prevenibles, no forman parte de la particular visión de Estados Unidos y los países ricos sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Cuba, en cambio, bloqueada y asediada, ha ratificado más de cuarenta instrumentos internacionales en esta materia. Su elección como miembro del Consejo de Derechos Humanos para el período 2017-2019, órgano del cual es país fundador, demuestra el prestigio alcanzado en este ámbito.

Cuba conquistó hace más de medio siglo uno de los mayores derechos humanos: el pleno ejercicio por el pueblo de su derecho a la libre determinación en medio de amenazas, hostilidades y de los graves obstáculos derivados del bloqueo impuesto durante décadas por Estados Unidos, una política obsoleta que viola incluso, los derechos de los ciudadanos norteamericanos a quienes su propio gobierno les prohíbe viajar como turistas a la Isla vecina.

En este contexto, el gobierno estadounidense anunció para este martes la realización de un evento contra Cuba en la sala del Consejo Económico y Social (Ecosoc), uno de los órganos principales de la ONU.

Como parte de sus arremetidas hacia la Isla, la campaña denominada ‘Jailed for what’ (Encarcelados por qué), intenta también empañar el nombre de las Naciones Unidas, con un acto calumniador contra un estado miembro.

El propio carácter de la nota de prensa distribuida por el Departamento de Estado muestra claramente los objetivos que se persiguen con este evento, al anunciar el inicio de una insultante y falaz campaña contra Cuba.

La absurda convocatoria constituye una burda farsa política, edificada sobre inexistentes argumentos y con algunos patéticos actores de origen cubano que desesperadamente, durante décadas, han alentado la escalada de acciones de Washington contra La Habana.

Estados Unidos, que en junio pasado abandonó el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, vuelve a usar el tema a su conveniencia y para agredir a Cuba.

Esto se suma a la escalada de acciones de la actual administración norteamericana, que pretende justificar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde hace casi seis décadas.

El show político se convocó para el mismísimo salón de reuniones del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas. Sus patrocinadores saben que el próximo 31 de octubre, en el mismo edificio de la ONU, la comunidad internacional condenará el bloqueo y Estados Unidos solo conquistará un nuevo fracaso para su política exterior. 

Tomado de Radio Rebelde