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La Habana, Cuba. – Llamada oro azul por su importancia y escasez, el agua es el recurso natural más valioso y cada 22 de marzo, desde 1993, tiene su Día Mundial, propuesto por la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, en Río de Janeiro.

Jornada para ganar conciencia sobre este derecho humano, vale señalar que no lo alcanzan con seguridad más de dos mil millones de personas y otras tres mil millones dependen de la que atraviesa fronteras nacionales, y son pocos los países con acuerdos de cooperación.

La situación de emergencia ante su reserva se manifiesta en que el noventa y siete por ciento es salada, y del tres por ciento dulce, el setenta no está disponible para consumo humano al hallarse en glaciares, nieve o hielo.

El Día Mundial del Agua llama a proteger un recurso que se revierte en prosperidad general para los seres humanos.

Agenda 2030

La Organización de las Naciones Unidas dispuso la Agenda 2030 como parte de la preservación del agua dulce; para ese año se vaticina garantizar el desarrollo sostenible del líquido, libre de contaminación.

Para ello propone lograr el acceso universal a la población, de manera equitativa; y mejorar la calidad mediante la reducción de elementos contaminantes, como los productos químicos y materiales peligrosos.

Otras intenciones de la Agenda 2030 son aumentar el uso eficaz de los recursos hídricos, garantizando el abastecimiento de agua dulce; y proteger los ecosistemas relacionados con el agua.

El panorama no es alentador: en el mundo cada día fallecen unos setecientos niños por diarreas vinculadas con la escasez o no saneamiento del agua; y se evalúa que en 20 años la demanda del líquido vital sea un 50 por ciento mayor.