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Por Carla Suárez

La Habana, Cuba. – Nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ha desenmascarado ante el mundo las pruebas contundentes de la sucia y desesperada campaña orquestada por el gobierno de Estados Unidos, cuyo objetivo es claro: envenenar a la comunidad internacional con un clima de desinformación y confusión, sembrando la desesperanza y el temor para influir de manera descarada en la votación contra el bloqueo en la Asamblea General de la ONU.

Armados con un lenguaje propio de la Guerra Fría y presiones brutales, intentan coercionar a gobiernos soberanos con el argumento absurdo de negar una realidad abrumadora: la existencia y los daños crueles del bloqueo. Con su habitual doble moral, instrumentalizan cínicamente el tema de los derechos humanos, carentes de toda seriedad y credibilidad.

Llegan al extremo del ridículo al presentar a Cuba, una nación de paz, como una amenaza a la seguridad internacional. Queda absolutamente claro, gracias a las palabras de nuestro Canciller, que estas acciones pretenden alterar el debate de los días 28 y 29 en la ONU. Pero no lo lograrán.

Con estas cínicas acciones imperiales, no podrán ocultar el recrudecimiento extremo de las medidas genocidas contra nuestro pueblo y sus devastadores daños. Sus desvergonzadas mentiras han quedado al desnudo en documentos irrespetuosos, circulados como si fueran los dueños del mundo y los estados soberanos, sus simples súbditos.

¡A pesar de sus sucios manejos, la verdad prevalecerá!

La verdad de Cuba, la justicia de nuestra causa y la crueldad de un bloqueo asfixiante no podrán ser acalladas. La comunidad internacional, con su voto consciente y digno, demostrará una vez más que no se dejará engañar.

¡La Verdad y la Dignidad de Cuba Vencerán!