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La Habana, Cuba. – En los últimos tiempos se ha impuesto a nivel internacional el uso de la firma digital, y ya en Cuba se está en el proceso de su generalización. Pero ¿qué es la firma digital? ¿Para qué sirve? En el caso de las firmas escritas, el secreto está constituido por características de tipo grafológico inherentes al signatario y por ello difíciles de falsificar.

Un concepto sencillo de entender de firma digital sería, un sello de autenticación electrónico cifrado en información digital, como mensajes de correo, macros o documentos electrónicos. La firma constata que la información proviene del firmante y no se ha modificado.

La firma digital, por una parte, es la rúbrica electrónica más avanzada y segura que permite cumplir con los requisitos legales y normativos más exigentes, al ofrecer los niveles de seguridad más altos sobre la identidad de cada firmante y la autenticidad de los documentos que se suscriben. La misma emplea un identificador digital que se basa en un certificado emitido por una autoridad de certificación acreditada o un proveedor de servicios de confianza. De esa forma, cuando se firma un documento de manera digital, la identidad de la firma se vincula a la persona firmante de forma exclusiva. La firma se asocia a un documento mediante cifrado y todo se puede verificar con la tecnología conocida como “infraestructura de clave pública”, es decir, un sistema que permite la ejecución de operaciones criptográficas como es el caso de la firma digital.

Se trata de un mecanismo criptográfico que permite al receptor de un mensaje firmado digitalmente identificar a la entidad originadora de dicho mensaje (autenticación de origen y no repudio), y confirmar que el mensaje no ha sido alterado desde que fue refrendado por el originador (integridad).

La eficacia de una firma digital se debe a la imposibilidad de falsificarla, siempre y cuando se mantenga en secreto la clave utilizada por el firmante para generarla. Los siguientes términos y definiciones muestran las garantías que proporcionan las firmas digitales. a) Autenticidad: Confirmación del firmante como persona que firma el documento. b) Integridad: La firma digital permite garantizar que el contenido no se ha cambiado ni se ha manipulado desde que se firmó digitalmente. c) No rechazo: Prueba a todas las partes el origen del contenido firmado. Por rechazo se entiende el acto de un firmante de negar cualquier asociación con el contenido firmado. d) Certificación: Las firmas en los archivos de Microsoft Word, Microsoft Excel o Microsoft PowerPoint, que reciben una marca de tiempo de un servidor seguro, tienen, en determinadas circunstancias, la validez de una certificación.

Cada vez más personas y organizaciones usan documentos digitales en lugar de documentos en papel para realizar sus operaciones cotidianas. Al reducir la dependencia de documentos físicos, se garantiza más transparencia en la gestión pública y como elemento colateral, se protege el medio ambiente y se preservan los recursos del planeta.

Para crear una firma digital, se necesita un certificado de firma, que es la prueba de identidad. Cuando se envía un documento firmado digitalmente, también envía su certificado y su clave pública. Los certificados son emitidos por una entidad emisora de certificados y, al igual que una licencia de conducir, pueden ser revocados. Normalmente, un certificado es válido durante un año, al término del cual, el firmante debe renovarlo u obtener uno nuevo para establecer su identidad. La entidad emisora de certificados es similar a un notario público. Emite certificados digitales, los firma para comprobar su validez y realiza un seguimiento de cuáles se han revocado o han caducado.

Para ofrecer esas garantías, el contenido debe firmarse digitalmente por su creador usando una firma que cumpla con los siguientes criterios: La firma digital debe ser válida; que el certificado asociado a la firma digital sea actual (no caducado) y la persona u organización que firma, conocida como editor, sea de confianza.

En Cuba las empresas Desoft y Datys, son entidades certificadoras a las que cualquier persona jurídica puede acercarse para obtener un certificado de firma digital. Este es un paso importante en el proceso de transformación digital que lleva adelante el país. Así que está a tiempo.