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La Habana, Cuba. – El texto que presento hoy, La economía del conocimiento y el socialismo, parece acabado de “sacar del horno” pese a que fue publicado en el 2013 por el sello editorial Academia. El libro fue escrito por Agustín Lage Dávila, inmunólogo, médico y científico cubano, uno de los creadores de la biotecnología cubana, como gestor y director durante 25 años del Centro de Inmunología Molecular, CIM, actualmente asesor de la dirección del grupo empresarial Biocubafarma. Agustín además ha sido diputado al parlamento cubano desde el 1993 por un municipio rural, lo que le permitió realizar experimentos sociales a nivel comunitario.

El volumen aborda desde la experiencia del autor en el campo médico farmacéutico sus contribuciones teóricas sobre la Economía Basada en el Conocimiento, con alcances que trascienden las fronteras de la biotecnología. Otra arista del texto es los análisis que hace el autor sobre el acercamiento de la ciencia a los problemas comunitarios. En resumen, este libro es una recopilación de artículos publicados por el autor a través de los años.

La obra es relevante por la pertinencia y consistencia de su contenido, por su contexto, por contar con la autoría de una persona que combina conocimientos, experiencias y valores multidimensionales y, además, por la alta correspondencia con los tiempos que se viven, en los que el discurso gubernamental remarca que los procesos de transformación digital, la comunicación y la innovación deben regir el pensar y el accionar de los directivos de todas las instancias.

Con un excelente prólogo del matemático Néstor del Prado Arza, el volumen reúne varios artículos escritos entre el 1994 y el 2013 sobre el rol de la ciencia en la construcción del socialismo.  En los mismos se plasma la muy particular y endógena experiencia de los científicos cubanos, conceptualización e interpretación de gran valor que no se encontrará en ninguna referencia externa.

En este empeño se hace evidente que, si bien la experiencia de la biotecnología tiene rasgos propios de ese campo de la ciencia y la técnica, los procesos esenciales subyacentes a esa experiencia conciernen a las conexiones de la ciencia con la producción y la economía, y ellos son, en gran parte, generalizables a diversos sectores de Alta Tecnología como la informática, las comunicaciones, los nuevos materiales y otros.

En cada tema abordado están marcados los peligros y los desafíos pues forman parte de lo que el autor considera que se debe comprender y transmitir. La percepción de esos peligros y desafíos es lo que refuerza el sentido de la responsabilidad que tenemos todos por hacer las cosas bien y no perder el rumbo.

La tremenda acogida que tuvo el libro y las interrogantes que los lectores hicieron llegar al autor, posibilitaron que en el 2016 se hiciese una segunda edición con un nuevo capítulo “La economía del conocimiento y el socialismo: las preguntas de los cubanos”, donde se recogen los planteamientos y las respuestas dadas por Agustín Lage durante las presentaciones del mismo en organizaciones empresariales y universidades.

Soy del criterio que esta obra debe ser el texto de cabecera de directivos empresariales, profesores universitarios y comunicadores relacionados con los temas científicos tecnológicos y económicos, con esto termino, Recuerden, si me ven por ahí, me saludan.