La Habana, Cuba. – La titánica y hermosa labor realizada por sus padres, de convertir un basurero en una finca de frutales, hizo que Darían Díaz Chang se enamorara del trabajo en la tierra desde los 7 años.
Hoy, ya con 22, su meta principal es perpetuar el legado de sus progenitores, junto a los cuales trabaja día a día para hacer producir las 1, 5 hectáreas que conforman la finca Revolución, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Leonor Pérez, del municipio habanero de La Lisa.
Graduado de técnico medio en Veterinaria, este joven capitalino alterna el cuidado de los frutales con el de los animales pertenecientes a los asociados a la cooperativa y los suyos propios.
Comenta Darían que aunque el trabajo es duro se siente muy feliz porque con su labor contribuye a la producción de alimentos destinados a hogares de ancianos, maternos, escuelas y hospitales.