Santiago de Cuba. – Pobladores de Santiago de Cuba recordarán este 30 de junio a Josué País, Salvador Pascual y Floro Vistel, jóvenes revolucionarios caídos en desigual combate contra la tiranía y que hoy inspiran con su ejemplo los retos de actuales y futuras generaciones.

En la intercepción del Paseo Martí y la avenida Flor Crombet, lugar donde fueron ultimados a balazos, se reunirán autoridades y representantes del pueblo para depositar una ofrenda floral a nombre de familiares y santiagueros.

Los 3 combatientes que abrazaron tempranamente los idearios de lucha, en ese fatídico día tenían la misión de boicotear un mitin de apoyo a la dictadura.

A Josué, Floro y Salvador los velaron juntos y sus féretros llevaron la bandera cubana; en el sepelio le recomendaron a Doña Rosario cerrar la caja mortuoria y su respuesta fue Quiero que mi hijo vea al pueblo que lo sigue.

Tres héroes de la clandestinidad

La tarde del domingo 30 de junio de 1957 Santiago de Cuba sembró en nuestra historia a tres jóvenes revolucionarios que fueron vilmente asesinados en un combate desigual por esbirros de la tiranía de Batista.

Los luchadores clandestinos Josué País, Floro Bistel y Salvador Pascual no rebasaban los 23 años de edad cuando cayeron al intentar activar unos explosivos en una alcantarilla en el parque Céspedes santiaguero, encima de la cual se efectuaría un mitin de personeros del régimen batistiano.

La caída de Josué, Floro y Salvador avivó la rebeldía de la juventud que enfrentaba a la tiranía.

Los luchadores clandestinos que respaldaban en el país la lucha en la Sierra Maestra tuvieron en el ejemplo de esa tríada un acicate permanente en la batalla por la Revolución.