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La Habana, Cuba. – Las tropelías imperiales del momento en Europa del Este y el Lejano Oriente han puesto al Complejo Militar Industrial gringo a máxima capacidad de producción. Ya lo había dicho el presidente Eisenhower en su discurso de despedida en el lejano año 1961, hay que recortar el poder de esas industrias. Sin embargo, los presidentes que lo sucedieron hicieron todo lo contrario, echar más leña a las calderas de la locomotora militarista gringa hasta llegar hoy en día a la descomunal cifra de más de 800 mil millones de dólares para el presupuesto militar. Eso sin contar otras partidas que son para ese fin, pero se controlan por otros ministerios, como el de energía con el armamento nuclear.

El libro que les comento hoy aborda esos temas, analizando fundamentalmente la administración Reagan en los años 80 del siglo pasado. Si el presupuesto militar se ha multiplicado por cuatro, las trampas de seguro lo han hecho en la misma magnitud.

El volumen en cuestión se titula, Escándalos del Pentágono, fue escrito por el politólogo cubano Néstor García Iturbe y editado en el año 2003 por la editora capitán San Luis. Del autor se puede decir que es escribió varios libros del mismo corte, publicó mucho sobre los temas de la guerra y el desarme y fue representante de Cuba en la Organización de las Naciones Unidas durante doce años. Fue doctor en ciencias económicas, miembro de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba, profesor titular de economía política, historia del pensamiento económico y teoría económica en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales, Isri, Raúl Roa García. También fue presidente de la sociedad científica de pensamiento económico de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

El volumen muestra algunos de los acontecimientos más inmorales en que se vieron involucrados diferentes personajes de las ramas ejecutivas, legislativas y empresarios estadounidenses. El factor común es el afán de lucro mediante la guerra. Los sentimientos que mueven a esos ilustres protagonistas no son la nación o la patria. Para ellos incluso la tan mencionada seguridad nacional pasa a un segundo plano cuando aparecen en escena las posibilidades de obtener ganancias. Y no hay reglas que no estén dispuestos a violar, incluso con peligro del patíbulo como nos decía Marx.

Un elemento que se ilustra muy bien en el libro es el de la famosa “puerta giratoria”, que no es más que el movimiento de personas entre las corporaciones económicas y el gobierno estadounidense.

Y aunque muchos fraudes siguen saliendo a la luz pública, sus autores continúan disfrutando de las utilidades, así como realizando robos y estafas. El texto ilustra algunos de ellos que no me puedo resistir a la tentación de compartir con ustedes. La Armada de los Estados Unidos compró bombillos a 511 dólares que podía obtener a 60 centavos, martillos que costaban siete dólares se compraron a 436 dólares y tornillos con un valor unitario de tres centavos, se adquirieron por 91 dólares. Como decía ese gran periodista cubano, ya fallecido, Eduardo Dimas, “saqué usted, sus propias conclusiones”.

Para terminar solo les recierdo lo qe les dije al principio los ejemplos que aquí aparecen son de la administración Reagan, cuando los presupuestos estaba en el orden de los 200 mil millones de dólares, hoy es de más de 800 mil millones, por lo tanto, multiplique las marañas por cuatro también.