Foto: Estudios Revolución
El país se mueve con una intensidad tremenda tanto en la gestión de gobierno como en su dinámica legislativa, y el impulso a la ciencia e innovación. El país se mueve, y es una de las enseñanzas más notorias que deja el enfrentamiento a la COVID-19 porque a pesar de duras etapas de aislamiento y distanciamiento no se perdió tiempo, y en la medida en que fue transcurriendo el tiempo, se fueron identificando fortalezas y también debilidades, para actuar sobre estas últimas y vencer.
Pero si el país se va transformando en su manera de hacer política que implica la necesidad impostergable de mayor participación popular, también en esa medida la mayor fuerza política del país, su vanguardia, el Partido Comunista como organización, también va caminando por el sendero de estar a tono con los tiempos que vivimos porque al Partido nada le puede ser ajeno, y es la fuerza que tiene la misión de halar a toda la sociedad.
Y porque el Partido es el pueblo, somos todos. Porque la organización es punto de partida y siempre le corresponde estar donde están los problemas, buscar soluciones o propiciarlas, velar por el cumplimiento de lo que está dispuesto, hacer que los decisores rindan cuenta, garantizar la continuidad del proyecto social socialista cubano, el pasado 8vo. Congreso de la organización dejó entre sus mandatos la transformación en la forma de hacer, la exigencia de la ejemplaridad de sus integrantes dentro y fuera de su centro laboral, la coherencia en las actitudes que asumimos y la necesidad de mantener y multiplicar el vínculo con el pueblo.
Desde hoy tiene lugar el III Pleno del Comité Central del Partido, que demuestra la dinámica por la que transita hoy el Partido Comunista de Cuba a sólo 8 meses después de celebrado su Congreso.
El Pleno se celebra en medio de un proceso de balance que incluye a los Comités Municipales, y que ha pasado revista al quehacer de cada territorio en la labor partidista y en cuánto más corresponde hacer en un escenario retador y complejo marcado por la actividad subversiva de nuestros enemigos y de recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos.
Foto: Bertha Morejón
El trabajo político e ideológico ocupa hoy la prioridad junto con el impulso a la economía y la lucha por la paz.
Haber pasado por complejos meses de enfrentamiento a la pandemia, con un impacto directo en nuestra economía, supone ahora mismo uno de los mayores retos para la nación, y también en cómo el Partido apoya e impulsa la recuperación económica, si tenemos en cuenta que es por ahí por donde los enemigos de la Revolución intentan atacar la gobernabilidad y deslegitimar todo lo que hacemos o cada paso de avance.
Detrás de todo eso existe un componente ideológico armado para desarticular la validez de un proyecto social como el nuestro que requiere para su combate y desmontaje permanentes, preparación y conocimiento, argumentos y compromiso, saber por dónde andamos para no dejarnos confundir y garantizar la continuidad.
Por eso lo político e ideológico lo encierra todo. Nuestra actitud y aporte son tan necesarios, porque en ese pequeño esfuerzo se suman grandes, que tributan a los pilares que defiende la organización partidista.
El Partido podemos ser todos, si desde cada puesto de trabajo hacemos lo que nos toca, si ejercemos el necesario control popular al que nos ha convocado el gobierno, si somos los primeros en defender la vitalidad de nuestro CDR o la FMC en nuestra cuadra, si ayudamos con propuestas o sugerencias en el barrio, si somos ejemplos.
Cuba se transforma, se mueve. Y el Partido Comunista como organización política de vanguardia, tiene la misión de catapultar todas nuestras mejores y mayores reservas para lograr una sociedad mejor, a la que todos aspiramos.
Tomada de Radio Rebelde