La Habana, Cuba. – Diez días después de que el Capitán General Domingo Dulce decretara un período de libertad de imprenta, salió a la luz El Diablo Cojuelo, el 19 de enero de 1869.

El volante de cuatro páginas fue una de las primeras publicaciones nacidas bajo esa citada libertad. Su única edición la financió Fermín Valdés Domínguez, los textos tuvieron mayoritariamente la autoría de José Martí y se imprimió en el establecimiento habanero El Iris.

Debe su título a la novela homónima de Luis Vélez de Guevara, escritor español del siglo XVI, y emplea un tono humorístico norepetido más en la obra martiana.

Primer trabajo periodístico de corte político de José Martí, en El Diablo Cojuelo los expertos coinciden que es una muestra de las iniciales marcas martianas de manifestación en prosa contra el régimen colonial y a favor de la independencia de Cuba.

Martí y el Diablo

Cuando se publicó El Diablo Cojuelo, faltaban 9 días para que José Martí cumpliera 16 años y ya en ese primer texto político propone un diálogo en un juego, donde prevalece el tono humorístico inteligente e intencional.

Posteriormente, Fermín Valdés habló de que su amigo escribió trabajos en los que está palpable el emplazamiento a los reformistas y cobardes a decidirse entre Yara o Madrid.

Fue en El Diablo Cojuelo donde Martí advirtió sobre una libertad de imprenta que, por esperada, negada y luego concedida, llueve sobre mojado, permite que se hable por los codos de cuanto se le antoje, menos de “lo que pica”.

La libertad de imprenta duró poco y los círculos de poder tildaron al Capitán General de flojo en sus acciones contra los independentistas; pero ya José Martí había publicado el poema dramático Abdalen el único número de su periódico La Patria Libre.