Villa Clara, Cuba. – “Contamos con ustedes para la recuperación, ¿de acuerdo?”, dijo Díaz-Canel en la mañana de este jueves a los manicaragüenses que en un santiamén habían colmado la calle principal para saludar al Presidente de la República. Luego de muchas horas bajo intensas lluvias, ese pueblo comenzaba a desprenderse de la humedad y también de los lamentos.

“Hacía tiempo que no estaba en Manicaragua, sigue siendo un lugar muy bonito”, comentó el Jefe de Estado, oriundo de Villa Clara y conocedor del terreno que caminaba, en medio de un tumulto de personas que le agradecía su paso, junto a varios ministros, por aquel sitio de montaña.

El miércoles, les explicó el mandatario, el gobierno comenzó a recorrer los lugares afectados por la tormenta tropical Eta: el Primer Ministro Marrero salió para Ciego de Ávila y Sancti Spíritus; el Vicepresidente Salvador viajó a las provincias orientales de Santiago de Cuba y Granma; y nosotros estaremos por el centro haciendo una evaluación.

“Tenemos que reconocer que tanto la provincia, como las autoridades de los municipios, tomaron las medidas que eran necesarias para evitar pérdidas de vidas humanas”, señaló Díaz-Canel y sus interlocutores respondieron con aplausos. Hay cosas, agregó, que se afectaron en la agricultura, que no había manera de evitarlas, pero lo importante es que tengamos la capacidad de movilizarnos para recuperarlo todo.

Como para no dejar nada fuera, porque este ha sido un año difícil para Cuba, habló de la COVID-19 y les recordó el uso del nasobuco. Una mirada a la redonda bastaba para saber que aquí, en el lomerío, se ha vuelto una prenda habitual. “Fíjense que la provincia está muy estable en el enfrentamiento, está bajo control y hay que seguir trabajando”, indicó.

Así conversaba Díaz-Canel con los pobladores, luego de tocar con sus manos las afectaciones dejadas por la tormenta tropical en ese municipio que, junto a Placetas y Santa Clara, fue de los que más agua acumuló: 297,8 milímetros entre la noche del 9 de noviembre y la mañana del 10.

Acompañado por el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández; los titulares de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, y de la Construcción, René Mesa Villafaña; así como del presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Antonio Rodríguez Rodríguez; el Jefe de Estado llegó a varios de los puentes dañados por las crecidas de los ríos. En todos ellos orientó buscar soluciones definitivas porque lluvias de este tipo siempre habrá y tenemos que ser menos vulnerable.

A la orilla de uno de esos viales de montaña, específicamente en el puente Clemente, que une a Manicaragua con Santa Clara, el Presidente de la República confió al equipo de prensa que le acompañó que las personas no tienen todavía una magnitud de cuanto afectó la tormenta.

No fueron los daños de un ciclón, refirió, porque no hubo vientos, pero en materia de lluvias sí existieron daños complejos en viales, en puentes y en la agricultura, lo que complejiza más la situación. “Ahora hay que trabajar y meterle el pecho a todo, aquí no hay derrota, tenemos que seguir para alante, lo que hagamos ahora lo tenemos que hacer mejor”.

Díaz-Canel fue enfático porque en medio de todo esto “no se perdió ninguna vida, la gente trabajó de manera responsable, y se vuelve a confirmar una vez más la experiencia que existe, yo diría que hay una cultura de la Defensa Civil y de saber enfrentar estos fenómenos”.

Allí en la montaña, el Presidente no perdió tiempo e intercambió además con el destacado productor de café, Marcial Fuentes González, un campesino que le ha puesto ciencia a su trabajo y utiliza variedades resistentes a las plagas más dañinas de este cultivo. También llegó hasta una despulpadora en la zona de la Veguita que a horas de la tormenta había procesado unas 2 300 latas de café recuperadas.

Al regreso de este recorrido, y en plena ciudad de Santa Clara, Díaz-Canel aprovechó su estancia por estos lares para visitar el Laboratorio Provincial de Microbiología y Química Sanitaria, un sueño que, dijo, nació en el 2019 pero se puso a prueba en el 2020 con la epidemia de la COVID-19. En sus locales conoció de la tecnología de punta que utilizan, de las miles de muestras PCR analizadas en estos meses, y de la mezcla de experiencia y juventud que ha llevado al éxito. Como viene haciendo en los centros de este tipo que recorre, convocó a la realización de tesis de doctorado en este periodo tan fructífero para la ciencia.

Sin prácticamente descanso entre una provincia y otra, el mandatario y los dirigentes que le acompañan viajaron hasta el municipio cienfueguero de Cumanayagua y visitaron la estación que bombea agua hacia la Fábrica de Cemento, considerada esta la más grande del país. La crecida del río Arimao provocó la ruptura del dique y de varias tuberías, lo que ha cortado el abasto hacia esa importante entidad productora. Un equipo de trabajo busca las mejores soluciones, sobre todo las perdurables para que, ante otra avalancha, la ruta del agua no se corte por ahí.

En medio de uno de esos intrincados caminos que conduce al poblado Codicia, en el propio Cumanayagua, el Presidente detuvo la caravana para saludar a los pioneros de la escuela primaria Enma Rosa Chuy. Les preguntó por el curso escolar y cómo les iba con el uso del nasobuco en las aulas; les presentó a los ministros que le acompañaban y les explicó el recorrido que el Gobierno cubano había emprendido en las provincias más afectadas por las lluvias de Eta.

El Presidente habló de esa recuperación que necesita el país y le dijo a los niños que estaban en Cienfuegos, también, para ayudar.

Villa Clara, con mucho compromiso y voluntad de trabajo

No vi espíritu de derrota, sino mucho compromiso y voluntad de trabajo. Vamos a recuperarnos, y vamos a hacer las cosas mejor que como estaban, señaló el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al término de la reunión resumen del recorrido efectuado este jueves por las montañas del Escambray villaclareño, zona severamente afectadas por las intensas lluvias asociadas al paso de la tormenta tropical Eta. “Lo que se afecta en este tipo de evento, es lo que está mal o aquello a lo que le debemos una solución, y en la medida que lo reconstruido lo hagamos de una manera más sólida, vamos a seguir disminuyendo las pérdidas que aún tenemos como resultado de estos eventos”, expresó el dignatario.

Acompañado por las máximas autoridades del Consejo de Defensa en Villa Clara, Yudí Rodríguez Hernández y Alberto López Díaz, así como por el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, y varios ministros, Díaz-Canel presidió el intercambio donde se analizó la estrategia para resarcir los daños y pasar a la normalidad en el territorio. Al respecto, reconoció que aunque las afectaciones son cuantiosas, tenemos las condiciones para salir adelante, si trabajamos con la misma cohesión y la coherencia con que enfrentamos el fenómenos meteorológico, lo cual impidió que los problemas fueran mayores.

Orientó a los científicos del territorio, retomar los estudios realizados en el sumidero de Jibacoa, con el fin de buscar una solución definitiva a las frecuentes inundaciones que allí se producen, las cuales incomunican con frecuencia a comunidades y poblados de la serranía. En ese sentido, puso el ejemplo de las obras realizadas cuando el huracán Irma y que ahora mostraron su valía, lo cual demuestra que debemos buscar soluciones definitivas a los problemas y hacer cosas que sean sostenibles.

El presidente cubano mostró especial interés por las comunidades que aún permanecen incomunicadas, y orientó tratar de llegar a ellas por cualquier vía; incluso aérea si fuera preciso, para atender sus problemas y necesidades.

Reflexionó con los asistentes, acerca de la urgencia de buscar una solución a la interrupción que se produce en la Autopista Nacional, a la altura del kilómetro 254 cuando acontecen grandes precipitaciones, lo cual afecta las comunicaciones por esa vía de interés nacional.

Llamó asimismo, a convocar a la población para que participe en las tareas recuperativas, lo que puede hacer más rápida la vuelta a la normalidad, tal como observó en Jibacoa, donde se gesta un movimiento popular para recoger todo el café que está en pico de maduración. Insistió en que no debe perderse un grano de café, atendiendo a la importancia de ese cultivo para la economía y a la calidad de la producción cafetalera de las montañas de Guamuhaya, ante lo cual debe haber una estrategia coherente entre todos los actores que tienen que ver con ese asunto.

Sobre el tema, Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, dijo que se asignarán los recursos necesarios para asegurar la cosecha del aromático grano en las montañas; a la vez que volverá a sembrarse el tabaco que se perdió y otros cultivos como tomate, frijol, hortalizas y arroz, entre los más dañados por Eta.

El vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández, al intervenir en la reunión, ratificó que la Revolución no dejará a nadie abandonado y buscará, de conjunto con el territorio, las vías para restituir las pérdidas que tuvieron muchas personas, en cosas tan sensibles como colchones y otros bienes, además de buscar solución a otros problemas.

Acerca de la vivienda, René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, señaló que no son muchas las afectaciones y que la provincia está en condiciones de rehabilitar las dañadas, porque tiene techos y materiales suficientes para acometer la tarea. Diferente es la situación de los viales en el territorio, que se vieron muy averiados por la tormenta, incluyendo varios puentes que colapsaron ante la fuerza de las aguas, lo cual demanda, según Mesa Villafaña, la acción conjunta de varias entidades constructivas del territorio, de provincias vecinas que pueden colaborar en esa labor y el apoyo del país.

Al final de la reunión, el mandatario cubano recordó las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando hace varios años llamó a los villaclareños «vencedores de dificultades y obstáculos», un calificativo que según Díaz-Canel no van a defraudar, porque van a seguir venciendo y marchando hacia adelante. (Freddy Pérez Cabrera/Granma)

Cienfuegos ha trabajado con cohesión y profesionalidad

Al presidir la reunión de trabajo del Consejo de Defensa Provincial (CDP) para evaluar los daños ocasionados por las intensas lluvias generadas por la tormenta tropical Eta y las medidas de cara a la recuperación, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, reconoció el trabajo realizado en el territorio, en virtud de su «cohesión, coherencia, experiencia y profesionalidad».

Consideró que, pese a las afectaciones registradas, se evitó mucho más a partir de todas las medidas organizativas tomadas y el cumplimiento de los planes previstos, lo que indudablemente redujo el riesgo y la vulnerabilidad gracias a la consistencia de dicha labor.
«Lo que nos queda por delante es recuperarnos, lo cual lleva un quehacer  responsable, intenso y participativo; y tenemos que vincular a la población a esa recuperación», subrayó el mandatario.

Díaz-Canel señaló que el territorio debe «ratificar lo planteado por Fidel, de que tiempos como estos exigen consagración, más firmeza, más conciencia y el pueblo de Cienfuegos estará a la altura de lo demandado, como lo ha estado siempre en todas las tareas de la Revolución.

«Nosotros nos vamos con la confianza de que podrán recuperarse rápido y estar mejor preparados para las tareas que nos quedan en el año, que ha sido un año severo, duro por el bloqueo y la presión norteamericana, y duro por la Covid-19», complementó.

Llamó a reconfigurar una campaña de frío superior a lo previsto en varios renglones, para paliar los perjuicios. «Es verdad que se perdieron tierras listas de dicha campaña, en sentido general, pero ha de procurarse que, mediante laboreo mínimo, esa superficie sea acondicionada, aprovechar su residual de humedad y comenzar a sembrar masivamente», sostuvo el Presidente.

Exhortó a que todo debe quedar mejor que como estaba antes y que eso nos permita ser menos vulnerables y que no se repitan los mismos problemas.

Díaz-Canel insistió en la importancia de concretar soluciones en los viales de montaña, y acabar de terminar obras de fábrica de la red de viales del territorio, para que en próximos eventos de este tipo no vuelvan a afectarse los lugares de siempre.

Caso contrario, ponderó cómo en la Refinería de Petróleo de Cienfuegos se trabajó con base a la experiencia de la tormenta subtropical Alberto, en 2018, y ahora se evitó la inundación de las piscinas de residuales y el derrame de petróleo de aquella ocasión.

Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y ministro de Economía, afirmó que están disponibles los recursos para la recuperación en Cienfuegos, y apostó por la necesaria prontitud en ese proceso.

El presidente del CDP, Félix Duartes Ortega, resaltó la disposición del pueblo de Cienfuegos en la recuperación, de forma especial la juventud. Destacó las movilizaciones espontáneas hacia los polos productivos de Mártires de Barbados y Santa Martina; así como la inminente incorporación en las próximas horas de torcedoras, para recuperar los 114 828 tabacos de exportación y los 63 799 de consumo nacional dejados de elaborar, al paralizarse esa industria.

En Cienfuegos se afectaron, además, 627 hectáreas de arroz; y, dentro de la campaña de frío de cultivos varios, se registran perjuicios en los semilleros de col, tomate y otras hortalizas, con un acumulado de 1 700 000 posturas.

También cuantificaron pérdidas, como parte de la misma campaña, en 14 hectáreas de plátano, 11, 5 de yuca, 17 de tomate, 10, 5 de frijol, 1 de pepino, 2 de ají picante, 5 de calabaza y 8 de postura de tomate.

El plan general de siembra de la campaña de frío asciende a 22 800 hectáreas y hay un atraso de 1 800, pero existe un definido programa de recuperación. Lo mismo aplica para el arroz, pues se encuentran listas 25 máquinas cosechadoras para recuperar 250 toneladas de arroz húmedo, en cuanto las condiciones lo permitan.

En los polos productivos de Horquita, Santa Martina y Mártires de Barbados hay daños en máquinas de riego y en cerca de unas 170 hectáreas (en total) de diferentes cultivos.

Tomado del sitio Presidencia de la República