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La Habana, Cuba.- El mexicano José Zapata aún se asombra de la tranquilidad que ha encontrado en Cuba, un país al que llegó por primera vez en abril y que ahora, confiesa, se le ha metido en el alma.

“La única referencia que tenía eran los sueños de un tío que trabajaba en la industria cementera en México y quería venir a vivir a La Habana cuando se jubilara”, dice entre risas este  hombre graduado de Administración de empresas y con una maestría en Estados Unidos.

Cuando ni siquiera pensaba en Cuba, Zapata fue enviado a la isla por la aerolínea estadounidense Delta Air Lines, de la que es gerente comercial para Centroamérica y el Caribe, con la misión de negociar el restablecimiento de los vuelos comerciales a la capital cubana, suspendidos hace 55 años.

“Pensé encontrarme un país marcado por la pobreza y los problemas, y la verdad es que esa percepción pronto se vino abajo”, rememora a Radio Reloj antes de comentar que además de la seguridad que halló en nuestras calles, lo impresionan el alto nivel de instrucción de los cubanos y la solidaridad que existe entre la gente.

Zapata formó parte del equipo de Delta Air Lines que negoció con las autoridades cubanas el reinicio de la conexión aérea, que comenzará el próximo 1ero de diciembre.

“Habrá tres vuelos diarios a la capital cubana, desde Nueva York, Atlanta y Miami hasta la Terminal Tres del aeropuerto José Martí”, explica para luego señalar que todavía estudian la posibilidad de tocar tierra en otras terminales de Cuba.

Delta Air Lines tiene oficinas abiertas en La Rampa, en el área interior del edificio de 23 y Malecón, que comparten con otras aerolíneas internacionales, y donde venden los pasajes en efectivo en CUC.

Hasta el momento las ventas de la compañía aérea norteamericana han sido muy buenas, aunque los estadounidenses siguen sin poder venir a Cuba como turistas por las restricciones que desde hace más de medio siglo impone el bloqueo, lo que obliga a la empresa a colocar en su página web información específica sobre esas prohibiciones.

Al principio, confiesa Zapata, pensamos que el 95 por ciento de las ventas iban a ser en territorio norteamericano, pero ya al tercer viaje, nos dimos cuenta que estábamos equivocados y hoy entre el 20 y el 30 por ciento de los pasajes se adquieren en La Habana.

Aún cuando restan unos días para el vuelo inaugural a La Habana, el éxito ha sido de tal magnitud que está decidido el empleo de dos aviones Airbus 320, con capacidad para 160 pasajeros, que cubrirán las rutas desde Nueva York y Atlanta, mientras un Airbus 319, que puede cargar a 150 viajeros, volará desde Miami.

Zapata revela que para el próximo verano, cuando comience la temporada alta, la capacidad de carga se incrementará al utilizar aeronaves Boeing 757, desde Nueva York y Atlanta, con 188 asientos, y un Boeing 737, con 150 lugares, desde Miami.

La compañía, considerada como la más grande de Estados Unidos, tiene sus oficinas centrales en Atlanta, cuyo aeropuerto es un importante punto de conexión con vuelos diarios a más de 200 destinos.

Para volar a nuestro país, Delta Air Lines obtuvo una licencia de la Secretaría de Transporte de Estados Unidos, una obligación legal en virtud del estricto entramado de leyes que conforman el bloqueo contra Cuba.