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Muchas cosas cambiarán en Cuba, pero cambiarán por nuestro esfuerzo y a pesar de Estados Unidos. Tal vez antes se derrumbe ese Imperio. Fidel Castro Ruz. Granma. Septiembre 2011, en respuesta a la declaración del presidente Barack Obama

La Habana, Cuba. – La nación norteña ya se encuentra en la campaña electoral para las elecciones del próximo mes de noviembre. El escenario es sumamente curioso, por una parte un ex presidente con una gran cantidad de juicios abiertos por disimiles causas: evasión de impuestos, pago a una actriz de cine de adultos para acallar una relación extramarital, incitación a la rebelión y otras muchas y por el otro un presidente con más de 81 años, problemas de memoria e incumplidor de varias de las promesas de su campaña anterior. Pero así funciona el país de las maravillas.

Hoy comentaré el libro, “De la confrontación a los intentos de normalización. La política de los Estados Unidos hacia Cuba”, de los autores Elier Ramírez Cañedo y Esteban Morales Domínguez, publicado en el año 2011 por la editora Ciencias Sociales.

El texto aborda una temática de suma importancia para nuestro país, la relación con el poderoso vecino y los intentos realizados para que estas sean las adecuadas entre naciones a las que separan solo 142 kilómetros de mar y que por esa razón han existido desde siempre, lazos comunicantes entre ellas.

La obra se publicó tres años antes de que el primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Raúl Castro Ruz, y el presidente de los Estados Unidos de América Barack Obama, declararan el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Sería provechosa una nueva edición de este texto, en el cual se analizaran estos últimos casi 15 años, con el periodo, que se ha comportado como una montaña rusa. La última etapa de la administración Obama, y las de Donald Trump y Joseph Biden. No dudo que se esté cocinando en el horno.

El libro trata de dar respuesta a preguntas como ¿cuáles fueron los móviles e intereses que estuvieron detrás de esos intentos? ¿qué coyunturas los propiciaron? ¿cuál es la estrategia negociadora de Washington en esos casos? ¿y la agenda de negociación? ¿sobre qué bases los Estados Unidos pretendieron buscar una normalización de las relaciones con Cuba? ¿por qué frustraron esos encuentros? Todas esas incógnitas en el país del Norte no tuvieron respuestas durante muchos años, y aun hoy algunas de ellas no las tienen con una veracidad digna de confianza.

Al pretender estudiar las experiencias negociadoras entre ambos países, habría que indagar en las administraciones de Jonh Fitzgerald Kennedy, Lyndon Baines Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford, Ronald Reagan, William Clinton y por supuesto Barack Obama, las cuales no se recogen en el libro. En todas ellas se fue a la mesa de negociaciones con Cuba, pero sin la intención de avanzar en un proceso de normalización de las relaciones. La razón de esos procesos consistió solamente en resolver algunos asuntos puntuales que les era imposible eludir a la nación norteña, pues dañaba sus intereses y “Seguridad Nacional”.

Para los cubanos, afectados durante décadas por las nefastas consecuencias de la política hostil del gobierno estadounidense contra la Revolución Cubana, profundizar en este tema se hace esencial para comprender las razones que impidieron la normalización de los vínculos entre ambas naciones y una vez lograda en alguna medida, se haya retrocedió nuevamente a la confrontación. También puede dar una idea más definida de la gran cantidad de dificultades a las que debe enfrentase cualquier administración estadounidense al pretender cambiar su política hacia Cuba, debido fundamentalmente a los disimiles, poderosos y contradictorios intereses económicos, políticos y culturales, que se pugnan por mantener el status quo de los Estados Unidos en el subcontinente nuestroamericano, para ellos su traspatio.

Un estudio como este facilita visualizar con mayor precisión las contradicciones y complejidades del sistema político estadounidense en la conformación de la política hacia la Isla Antillana. La esencia del diferendo Estados Unidos-Cuba se sintetiza en soberanía versus dominación, y ha sido el mismo desde finales del siglo XVIII hasta la actualizad, pero fue a parir de 1959 que alcanzó su mayor intensidad. La no superación de ese aspecto fundamental ha imposibilitado la normalización de las relaciones entre ambos países.

Una vez transcurridos más de 60 años del inicio de la Revolución Cubana, dos asuntos son evidentes: primero, que de la parte cubana ha prevalecido la verdad y la razón en estricto apego al derecho internacional, y segundo, que la nación caribeña siempre ha estado dispuesta a entablar un proceso de normalización de las relaciones con los Estados Unidos, en igualdad de condiciones y sobre la base del respeto mutuo, sin que ello implique la negociación de su soberanía y sus principios.

El lector al analizar este libro se encontrará con un texto que es resultado de una acuciosa investigación realizada por dos reconocidos historiadores cubanos. Se indica la profusa bibliografía consultada por los autores, para profundizar en este tema por aquellos interesados. Se anexan documentos del gobierno estadounidense, muchos secretos en el momento de redactarse, los cuales muestran los hilos que mueve la política de ese país hacia Cuba. Todo lo que se pueda leer sobre las relaciones entre los dos países es positivo, ya que no podemos mudarnos hacia otra zona, por lo que hay que convivir con el avaricioso vecino.