La Patria los acoge con dignidad porque ustedes expresan los más altos sentimientos de lealtad, compromiso, entrega y dedicación a una de las más humanas labores: salvar vidas, expresó el viceministro de Salud Pública, Luis Fernando Navarro en el recibimiento este martes en la madrugada en La Habana a colaboradores que participaron en el Programa Más Médicos en Brasil.

En el acto de bienvenida, presidido por el miembro del Comité Central del Partido y Ministro del sector, José Angel Portal Miranda, el vicetitular destacó que en la nación sudamericana dieron al mundo un digno ejemplo de desprendimiento humano y alta profesionalidad.


En la terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, Navarro agradeció a los colaboradores por la entrega desinteresada con que ayudaron a familias desprotegidas, curaron a enfermos que no tenían acceso a servicios de salud y brindaron solidaridad y calor humano a miles de personas.


Al llegar a casa, les dijo, encontrarán el abrazo de familiares y amigos y la solidaridad de todo un pueblo que los acoge con mucha admiración y respeto.


En nombre de los colaboradores, Karelia Arévalo, destacó que llegaron a Brasil con el deseo de prestar los servicios donde hicieran falta, y subrayó: “Marcamos la diferencia y muchas veces con emoción escuchamos decir solo quiero ser atendido por el médico cubano”.


“Nuestro trabajo en la nación sudamericana cierra con resultados que ni los propios enemigos del Programa Más Médicos han podio obviar, pues hemos transformado indicadores de salud y mejorado la calidad de vida de millones de brasileños”, enfatizó la doctora.


Arévalo recordó emocionada la posibilidad que tuvo de atender en Brasil a la señora Clara, con sus 82 años de edad, hipertensa y diabética, con amputación del miembro inferior derecho producto de la misma enfermedad y que hacía uso de medicamentos controlados.


Hasta la llegada a su puesto de salud siempre estuvo descompensada, pero Karelia regresó a la Patria con la satisfacción de saber que está bajo control y con mayor calidad de vida.


La doctora cubana tampoco olvidará a sus pacientes, Juan José y Carla , niños que viven frente al puesto de salud donde trabajaba, los cuales llegaron a su consulta por presentar un cuadro viral y luego de su recuperación no había día en que no estuvieran pendientes de ella e iban corriendo a darle un abrazo.


“Cuánta felicidad recibí de esas familias que lloraron mi partida”, agrega conmovida Karelia, quien también agradeció en nombre de todos los colaboradores a los compatriotas de diferentes organismos que por estos días abandonaron muchas de sus tareas cotidianas y vencieron largas jornadas por asegurar con prontitud el regreso a Cuba de los profesionales de la salud, hijos dignos de esta tierra bella y amada que nos vio nacer.