La Habana, Cuba. – José Martí dijo que el alma de Benito Pablo Juárez García tomó el temple y el brillo del bronce, y del Benemérito de la América afirmó que a los ojos de los hombres se sentaría perpetuamente al lado de Bolívar.
Jurista y político mexicano, fue presidente de su país en varias ocasiones, arremetió contra el invasor francés, el gringo agresor, la traición interna, defendió las Leyes de la Reforma y fue paradigma de la liberación de su país.
Hijo de indios, nació el 21 de marzo de 1806, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, un hombre que en su gestión política marcó un parteaguas en la historia nacional y brilló por sus valores éticos.
Benito Juárez García murió de un infarto agudo, el 18 de julio de 1872, en el Palacio Nacional; se le rindió un mes de solemnidades a quien acuñó la frase de que el respeto al derecho ajeno, es la paz.
Cartas de Céspedes a Juárez
Varias fueron las cartas enviadas por Carlos Manuel de Céspedes al presidente de la República Mexicana, Benito Juárez; en una destaca la satisfacción de que fuera la primera nación de América en manifestar sus simpatías a la causa de la independencia y la libertad de Cuba.
Céspedes le agradece por acordar que se recibiera la bandera de Cuba libre en los puertos mexicanos y su interés por nuestra guerra de independencia; al respecto, le dice: Me ha trasmitido vuestra recomendación de que debemos confiar en nuestro valor y tener fe y perseverancia.
Carlos Manuel de Céspedes le ratifica que los cubanos tendrán siempre ante sus ojos, como modelo, la inmortal figura del hombre que supo llevar la bandera mexicana a los límites septentrionales.
Benito Juárez García, fiel a su ideario, expresó: La causa más grande y más sagrada para los pueblos es la libertad.